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Natalia Camilo, la diosa uruguaya que quiere llegar al "Bailando 2018"

La joven periodista, modelo, actriz y conductora de 28 años triunfa en el país vecino. Íntima amiga de Nazarena Vélez, trabaja en su compañía, Frida Producciones, y desplegó toda su belleza con unas fotos muy sexies.

23/01/2018

"Ya es hora de cruzar a la orilla vecina". Después de desempeñarse muchos años en televisión y alcanzar la popularidad en su Uruguay natal, Natalia Camilo confía en su experiencia, sabe todo lo que puede dar y no duda de que llegó el momento de dar un salto en su carrera. Por eso tiene grandes proyectos de la mano de Frida Producciones, la compañía de su amiga Nazarena Vélez, y sueña con llegar al Bailando.

La bella periodista, modelo, actriz y conductora de 28 años actualmente conduce el programa Celebrities Show por el Canal 7 del país vecino y está por estrenar una obra de teatro: "Mi trabajo está hablando por sí solo. Tengo propuestas para hacer teatro y televisión en Buenos Aires de la mano Frida Producciones. Además, en marzo vamos a ir a Miami y México con Nazarena por la campaña de una marca muy importante. ¡Espero que sigan llegando las propuestas! Tengo mucho para dar".

La diosa uruguaya contó que conoció a Nazarena Vélez en 2015, cuando quedó seleccionada para trabajar en su obra de teatro: "Con ella quedó una excelente relación y terminamos siendo amigas. Por ejemplo, fue la primera persona que se enteró cuando me separé hace cuatro meses".

Su deseo, además de seguir trabajando en producciones de fotos y como conductora, es llegar al programa de Marcelo Tinelli. "Amo la televisión. Capaz que quiere convocar a una uruguaya para el Bailando…", dice, entre risas. Al ser advertida sobre la exposición mediática que implica el programa más visto de la pantalla chica, ella demuestra su personalidad y no duda: "Me la re banco. Estoy preparada".

Hace cuatro meses, Natalia le puso punto final a su relación de cuatro años con el futbolista uruguayo Nicolás Albarracín:"Él me conoció cuando yo ya era una persona pública que había trabajado en la televisión en Uruguay. Después no le empezó a gustar lo que hacía. Cuando hice teatro en Buenos Aires me pidió por favor que no estuviera expuesta: era muy celoso e inseguro. Cuando tenés a una persona así a tu lado, es imposible. No sentía apoyo de su parte".

Cuando él fue a jugar a Colombia, ella lo acompañó y trabajó allí. Pero la gota que rebalsó el vaso en su relación fue cuando lo contrataron para jugar en el Lugo de España: "Me tenía que mudar a Galicia y para trabajar en la televisión de allá hay que hablar en gallego. Quise estudiar porque consideraba que así podría hacerlo, pero terminé dejando todo. ¿Para qué seguir adaptándome a cada lugar al que va él? Si en Uruguay tengo mi lugar y puedo trabajar… La pareja ya venía mal por todo el tema de su inseguridad, pero se enfermó mi abuelo así que vine a Uruguay y finalmente decidí no volver".

Pero eso ya es cosa del pasado. Su gran momento profesional la ayudó a superar la ruptura. De todas formas, ella se considera "noviera" y no está cerrada a "la posibilidad de conocer a alguien", mientras se dedica full time a su trabajo y a la crianza de sus dos hijos. Y aclara: "Futbolistas nunca más. El futbolista necesita una esposa que la esté acompañando para acá y para allá. No va de la mano con mi laburo porque una tiene que seguir remando… Si te descuidás un poquito viene otra y te saca el lugar".

Pero ella no va a colgar los botines: apasionada del fútbol, ha jugado en equipos de Colombia y Uruguay. Y ya tiene planes cuando se recupere de la rotura de ligamentos cruzados que sufrió: "Voy a buscar equipo en la Argentina".