Días pasados se allanó una comisaría y se secuestraron teléfonos de un policía.
El año pasado el jefe de Seguridad Vial de la Policía en ese momento, Dardo Olivera, presentó una denuncia en la Justicia luego de que la Policía interceptara, en la salida de la Circunvalación, una caravana de cinco o seis vehículos que transportaban mercadería ilegal y que estaba escoltada por motociclistas que se dieron a la fuga. Según la denuncia podría haber policías involucrados quienes tendrían un "arreglo" con los comerciantes que traían dicha mercadería y eran guiados por caminos alternativos para ingresar a la ciudad sin ser controlados. El caso cayó en la Fiscalía de Delitos Especiales y tras meses de investigación se logró obtener datos que llevaron a realizar distintos procedimientos. Así, días pasados se llevaron a cabo allanamientos en una comisaría y en viviendas de personas dedicadas a esa actividad comercial de compra y venta de ropa.
El año pasado en la denuncia se indicó que tras averiguaciones que realizó el jefe de Seguridad Vial, y que lo llevó a realizar la denuncia, es que los comerciantes que ingresaban con ropa que aparentemente traían desde Bolivia señalaron que supuestamente tenían "un arreglo” con efectivos policiales de la comisaría de San Isidro para ser guiados por esos parajes y entrar a la ciudad sin problemas. En ese momento se dio intervención a la Justicia Federal y luego la Policía radicó la denuncia en la Fiscalía General.
En la investigación previa realizada por la Policía habría más de un efectivo policial involucrado en la maniobra irregular.
Con el correr de los meses desde la fiscalía se ordenaron un sinfín de procedimientos, entre ellos informes de los teléfonos de los policías sospechados y, según trascendió, la información obtenida sindicó a un oficial quien sería el titular de la línea telefónica investigada. En base a eso, días pasados, la Fiscalía ordenó una serie de procedimientos. Entre ellos, un allanamiento en la comisaría en donde se encontraba trabajando el numerario policial. Así, en la comisaría de San Isidro, Valle Viejo, se procedió al secuestro de los celulares del policía, un sub inspector, y además y en paralelo se allanó la casa de familiares de éste en donde se secuestraron más chips que podrían estar relacionados a la investigación.
En tanto se conoció que también se allanaron viviendas de comerciantes relacionados con la actividad de la compra y traslado de indumentaria desde otras provincias y países a ésta.
Fuente: El Ancasti