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Revista

Volver con el ex, ¿apuesta o trampa?

Para que las segundas oportunidades funcionen hay que tener en cuenta algunos principios.

16/05/2018

Unas fotos que circularon a fines de enero generaron sobresalto: ¿Jennifer Aniston y Brad Pitt juntos otra vez?, ¿no habían elegido tomar caminos diferentes?, ¿estaría bien que ella lo perdonara después de todo lo que pasaron?, ¿qué es eso de romper y volver? La actriz de Friends y el rubio eran una de las parejas más queridas de Hollywood, pero se divorciaron entre rumores de infidelidad del actor con Angelina Jolie. El terminó casado con la protagonista de Maléfica, con quien formó una familia numerosa, pero se separó de ella en 2016. Al parecer, un año y medio después, el actor intenta acercarse a su primera ex.

No son las únicas personas que viven una situación así. La idea de volver con el ex suele dar vueltas y vueltas por la mente de los que enfrentan nuevamente la soltería. De pronto, lo malo de la relación finalizada se borra y las cosas buenas resaltan en la memoria.

¿Es un caso de redescubrimiento sentimental o un lamentable “Más vale malo conocido que bueno por conocer“? Volver a intentarlo con un ex no es una rareza. Sólo hace falta mirar alrededor para darse cuenta de que una “segunda oportunidad” es una opción válida para muchos. ¿Funciona? A veces sí y otras, no. “Lo importante es que la decisión de una segunda vuelta se tome desde la sinceridad y no por temor a la soledad o por costumbre”, recomienda la psicóloga Alejandra Pérez, especializada en terapia de parejas.

PASADO, ¿PISADO?
Volver con un ex genera muchísimas cosas en cada uno de los potenciales “arrepentidos” y también en sus entornos. “Cuando me separé de Pedro estaba dolida y enojada. Mis amigas fueron un gran apoyo y contención. Les hablé pestes de mi ex, la verdad. Cuando decidí estar de nuevo con él, muchas no me entendieron. Algunas se enojaron porque sintieron que habían perdido su tiempo y que fueron testigos incómodos por todo lo que sabían”, cuenta Margarita, de 38 años. Después de estar varios meses sola, y a punto de empezar los trámites de divorcio, ella dio marcha atrás y retomó su matrimonio de una década.

Las parejas que se separan no acostumbran tener dudas sobre la decisión que tomaron. No suele pasar lo mismo cuando resuelven intentarlo de nuevo. ¿Por qué?

LO QUE QUEDA ENTRE LOS DOS

A veces, una ruptura sentimental se da demasiado pronto y hasta por malas razones. “El trabajo, los hijos chicos, las presiones de la vida cotidiana, las subas y bajas del deseo o el no saber lidiar con la rutina son algunas de las cosas que pueden hacer que uno o los dos integrantes del vínculo se sientan frustrados”, explica la licenciada Pérez. “Es difícil seguir sintiendo mariposas en el estómago cuando se discute por quién saca la basura o hay que preocuparse por pagar las cuentas”, ejemplifica la terapeuta.

Gabriela tiene 48 años es odontóloga y hace una década que está separada del padre de sus tres hijos. “Cuando nos casamos éramos muy jóvenes. Enseguida quedé embarazada y, de pronto, empezamos a tener muchas responsabilidades y fuimos dejando atrás planes que nos entusiasmaban. Cuando los chicos tenían ocho, seis y cuatro, decidimos divorciarnos. Por cosas de la crianza de ellos, pero también porque nunca dejamos de caernos bien, nos seguimos viendo. Solos, como amigos. Yo formé una nueva pareja, pero no funcionó. Hace un tiempo que empezamos a salir de nuevo, románticamente, y ahora estamos pensando en volver a casarnos”, cuenta. ¿Un caso fuera de lo común? No tanto.

Hay infinidad de lazos invisibles que ligan a las parejas. “Muchas veces lo que ‘ata’ a un matrimonio separado es la custodia compartida de los hijos, la economía, los bienes en común y otras cosas de orden práctico o material. Si eso los hace pensar en retomar la relación, mi recomendación es que no se ilusionen y desistan. Me cansé de ver esos intentos fallidos: finalmente vuelven a mi oficina para disolver el vínculo, pero en peores términos”, dice el abogado Marcelo Vieytez, especialista en Derecho de familia.

Hay otros lazos más difíciles de cortar y son los que se arraigan en el corazón. “Hay que buscar bien dentro de cada uno para saber si el regreso es una decisión que responde al amor y no a otras razones que, aunque no sean de orden práctico o material, son igual de endebles a la hora de poder sostener una segunda vuelta”, aconseja la licenciada Pérez. “Muchas veces se confunde al afecto con el temor a la soledad, la tendencia a lo conocido y cierta preferencia por la confianza y la comodidad”, especifica la psicóloga.

¡VA DE NUEVO!
Una separación abre las puertas a una nueva soltería con otra edad y más experiencia. Eso implica la oportunidad de conocer gente nueva y también, de pasar tiempo en solitario. Claro que no todos disfrutan de esas nuevas situaciones: algunos las padecen. En ese caso, la tentación de volver con el ex suele ser grande. Lo pasado es familiar, hay historia y códigos en común. ¿Cómo saber si los une el amor o el espanto ? “La clave es preguntarse si se acepta sinceramente a la ex pareja con sus defectos y virtudes”, aconseja con experiencia el abogado Vieytez.

“Descubrí que estaba viendo a alguien, encontré sus chats de casualidad. Lo eché de casa y mantuve bloqueado su número de teléfono durante mucho tiempo. Un día nos encontramos por casualidad y fuimos a tomar un café. Hablamos mucho. Ahora estamos viendo cómo seguimos”, nos cuenta Marcela, de 45 años, quien creyó que se separaba para siempre de Jorge, pero ahora duda, no está tan segura.

No siempre una separación es definitiva. Para algunas parejas se trata de una instancia que ayuda a evaluar –y valorar– la relación. “Muchas veces hay que pasar por ciertas experiencias negativas para que los integrantes de una pareja tomen conciencia de lo lamentable que sería esa pérdida. Me ha sucedido que a horas de la firma del divorcio me llamen para frenar todo”, cuenta el doctor Vieytez.

REMAKE ¡SIN GARANTIA!

Dar a la pareja una segunda oportunidad implica no dejar “cabos sueltos” (rencores o malentendidos, por ejemplo) del pasado. “En general, nunca hay un culpable absoluto en las crisis de pareja. No existe un bueno y un malo. Ambas partes son víctimas, como también son verdugos. Una tercera persona neutral, que ayude a ver desde afuera las situaciones y a poner en perspectiva los conflictos puede ayudar a restablecer el diálogo, para pensar si ese lazo de amor aún existe y, en ese caso, cómo se puede reparar”, explica la licenciada Pérez.

Reunir una pareja debe tomarse como una aventura. Es necesario construir una relación diferente a la anterior, basada en nuevos parámetros y no en los mismos que hicieron fracasar el vínculo. Los dos deben estar dispuestos a convertir lo pasado en lo nuevo por conocer. “Inventar una ecuación de amor diferente para volver a empezar requiere que cada uno trabaje sobre sí mismo y sobre el vínculo pasado”, asegura la licenciada Alejandra Pérez.

Según advierte esta psicóloga, las personas no cambian su personalidad, pero pueden modificar algunas actitudes. “Si llegara a haber un reencuentro con la ex pareja, lo aconsejable es modificar las cosas que, cuando estaban juntos, molestaban y eran motivo de peleas. ¿Fácil? No, pero tampoco imposible”, aconseja.

Lo que hay que tener en cuenta a la hora de una remake sentimental: “Si hay evolución de ambas partes, es posible volver con un ex. Pero así y todo, no hay garantía de felicidad”, dice la licenciada Pérez. “Siempre se debe tener en cuenta que el funcionamiento de una pareja en la segunda vuelta depende de dos personas que se conocen mucho, pero están dispuestas a empezar de cero otra vez”, concluye la psicóloga.