Tres especialistas dan sus sugerencias para evitar el frizz y el efecto inflado.
Un clima húmedo como el de Buenos Aires lleva a lidiar casi sin interrupciones con el pelo con frizz, resquebrajado, con efecto inflado o difícil de manejar.
“Así como la piel recibe diferentes estímulos del medio ambiente, el cabello y el cuero cabelludo no son ajenos a los cambios de temperatura, las variaciones en la humedad y otros agentes contaminantes”, explica Adrián Acuña, tricólogo (es la especialidad que se ocupa del tratamiento de las alteraciones del pelo) y director del Instituto del Cabello.
Los tipos de pelo más afectado: “los más deshidratados, porque tienen a absorber la humedad que está en el ambiente; los naturalmente enrulados, ya que también son usualmente secos, y aquellos decolorados, ya que sus cutículas están más abiertas”, puntualiza Jacob Oliveras, jefe de educación de la firma Matrix Argentina.
¿Qué hacer para contrarrestarlo?
- Elegir productos específicos. “Las líneas con agentes hidratantes y reparadores son ideales para esta temporada, en especial para el clima porteño. Además, conviene optar por bálsamos de fijación flexible que siga tratando el cabello a lo largo del día”, sugiere el estilista Oscar Fernández Roho, director creativo de la peluquería Roho. Los ingredientes acertados serán “la queratina, la manteca de karité y el aceite de argán”, agrega Fernández Roho.
- No pasar por alto el protector térmico. Aunque lo mejor será espaciar el uso de planchitas y secador, “al usarlos es imprescindible colocar un spray que forme una película protectora contra el calor extremo”, agrega Acuña.
- Usar el peine acertado. “Los de dientes anchos y separados o doble hilera evitan la estático y desenredan sin tironeos”, dice Acuña.
- Pensar en un alisado suave. Para quienes tienen un pelo difícil de peinar, una novedad son los productos de alisado temporario, que dejan el pelo con un efecto lacio con más cuerpo y movimiento que con las opciones convencionales. Si la cabellera es demasiado voluminosa, lo último son los productos a base de lípidos que dejan las fibras capilares más manejables. Ambas opciones se aplican en peluquerías.
- Colocar ampollas o máscaras. “Son el complemento justo para los cuidados diarios. Lo mejor será utilizarlas semanalmente y elegir concentrados específicos anti frizz que ayudarán a mantener la cutícula cerrada y el pelo más brilloso”, recomienda Fernández Roho.
- Hidratar el cuerpo por dentro. “Dos o tres litros de agua diarios y alimentos ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos, complementarán las rutinas”, agrega Acuña.