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Mayo de 2024
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Vendieron sus cuatro casas para viajar Santiago y ayudar a quienes más lo necesitan

Desde hace 20 años, un matrimonio de la Costa Atlántica enfrenta sus problemas de salud dándoles una mano a santiagueños del interior de la provincia. Una tierna historia donde la solidaridad es la mejor terapia.

31/07/2018

Una tierna historia tiene como protagonistas a un matrimonio de la Costa Atlántica que encontró en ayudar a quienes más lo necesitan una terapia para aliviar sus enfermedades, que les salvó la vida.

Es la historia de Elsa y Jorge, quienes están juntos hace 40 años y desde unos 20 tomaron la desinteresada y noble decisión de darles una mano -o, mejor dicho, muchas más- a diversos parajes del interior de Santiago del Estero y terminaron enamorándose de nuestra provincia.

Noticiero 7 viajó hasta una humilde escuela, la N.º 559, en la antigua villa de Loreto. Allí, sentados en el patio, Elsa y Jorge abrieron su corazón.

Radicados en la localidad de Santa Clara del Mar, antes vivieron 22 años en España, donde forjaron su familia y su futuro. "Hemos luchado, nadie nos regaló nada, porque muchos dicen 'ay, que suerte, te fuiste España'; no es suerte, es decisión", dice Jorge.

El hombre matiza sus tareas como mecánico de chapa y pintura con una de sus pasiones: ser instructor de boxeo. Trabajó con grandes como Uby Sacco, estuvo dos veces en el rincón del Ringo Bonavena y entrenó a varios campeones del mundo.

Una vez que volvieron a la Argentina, ya jubilados, decidieron comenzar a viajar. Y en uno de esos viajes llegaron a Santiago del Estero. Desde aquel día que pisaron estas tierras -hace 20 años- nunca más dejaron de regresar y ayudar a quienes más lo necesitan.

"Nos invitaron en un micro para pasear y llegamos a una parte que nos impactó. Ahí decidimos de que había gente que necesitaba un poco más que nosotros", relata Elsa, y confiesa: "Amamos a la gente de Santiago".

Con el paso del tiempo, la movida solidaria fue creciendo y creciendo. "Ahora hicimos 800 cajas. Trajimos sillas de ruedas, ropa, juguetes para los chicos, cosas para la escuela", describe Elsa, que durante el correr de los años se vio afectada por un cáncer de mama y otro de pulmón, mientras que Jorge empezó a sufrir serios problemas cardíacos.

"La terapia es ver a los chicos con esas caritas tan contentos... Siempre nos quedamos con Santiago. Esa es la mejor terapia que tengo", expresa Elsa.

"Cuando nos hicimos fanáticos de Santiago vendimos todas las casas y empezamos a gastar el dinero. Es una satisfacción", asegura Jorge, al tiempo que Elsa agrega: "Todo lo que podemos juntar de platita es para venir".