Christophe Dettinger era buscado desde el sábado, después de golpear a policías durante una protesta de los chalecos amarillos.
Christophe Dettinger, ex boxeador de 37 años, era intensamente buscado por la policía francesa desde el sábado, cuando fue grabado en un puente de París lanzando varios golpes contra un oficial en una protesta de los "chalecos amarillos", el movimiento que puso en jaque al gobierno de Emmanuel Macron.
El enfrentamiento, que rápidamente se viralizó, dividió a los franceses entre quienes lo respaldan y quienes reprueban su actitud. Antes de entregarse, acción que finalmente concretó de manera voluntaria este lunes, grabó un video para contar su versión.
"No soy de extrema izquierda, ni de extrema derecha, amo a mi patria", aseguró emocionado y agregó que no pudo soportar tantos golpes y por eso reaccionó.
"Vi la represión, vi como le pegaban a los jubilados y sí, me gasearon a mí y a mi mujer, y reaccioné. Reaccioné mal, pero me defendía", dice Dettingeren en la grabación, que circuló por las redes sociales.
En su descargo, el boxeador se reconoce como chaleco amarillo -aunque en el video de la golpiza no viste uno de ellos- y afirma que participó de varias manifestaciones hasta que no pudo controlarse. "Soy un ciudadano normal, me manifiesto por los jubilados, por las madres solteras, por el futuro de mis hijos", insistió varias veces.
Antes de terminar el video, y con la voz entrecortada por la emoción, pidió a todos los chalecos amarillos que "continúen el combate".
Según el gobierno de Emmanuel Macron, en las movilizaciones del sábado -por octavo fin de semana consecutivo- participaron 50.000 personas en todo el país, lo que significa un repunte respecto a las 32.000 del pasado 29 de diciembre, pero muy lejos de los 282.000 del 17 de noviembre, en el punto más alto de la protesta.