La víctima organizó una fiesta en su casa con dos menores y un amigo de 28 años, principal sospechoso.
Llevaron a dos menores de edad a su casa, les dieron drogas, alcohol y uno de los hombres terminó muerto a golpes, con la pata de una mesa. La víctima es un ciudadano estadounidense de 37 años identificado como Jesse Jay Cieslicki, alias "El Gringo". Por el caso hay tres detenidos, dos adolescentes y un hombre de 28 años. Sospechan que lo mataron por una discusión por un celular.
El asesinato rompió con la habitual tranquilidad de la zona de San Carlos, en el municipio de Sarmiento, a unos 5 kilómetros del límite entre San Juan y Mendoza por la Ruta 40. Una región repleta de chacras, sembrados y pequeñas pymes de múltiples rubros.
Un hombre que alquilaba una parcela a Cieslicki fue el primero que lo vio tirado en la puerta de su casa el martes a las 8 de la mañana para arrancar la jornada. El hombre advirtió a un vecino y llamaron al 911.
uando llegó la Policía, los agentes comprobaron que Cieslicki tenía la cabeza destrozada a golpes. Se barajaron distintas hipótesis: la de un violento asalto, una pelea y un ajuste de cuentas. Hasta que un dato cambió todo: "Acá hay otra persona, es una mujer, está sin pulso...", dijeron los peritos de criminalística que revisaban el interior de la casa de Cieslicki.
Una médica entró para verificar. Sobre una de las camas, una chica, de unos 15 años, inconsciente. Enseguida se constató que aún tenía signos vitales, aunque su estado era dramático, a punto de un coma alcohólico. Cuando la menor, identificada como C., pudo balbucear las primeras palabras, se empezó a desentrañar la historia.
Contó que ella y otra chica, de 17 años e identificada como B., habían estado con el "Gringo" y un tal "Tucumano". Que este hombre junto a B. la habían pasado a buscar por su casa el lunes a la noche para ir a lo de Cieslicki, donde habían fumado y mezclado alcohol con clonazepan. Que luego no supo nada más, que sólo tuvo fuerzas para recostarse y quedarse en la cama. Era de madrugada. Afuera, Cieslicki moría a palazos.
Mientras la chica brindaba su testimonio, agentes de la Brigada Sur de la Policía de San Juan buscaban a Ceferino Alejandro Nievas, alias "El Tucumano", de 28 años. Allegados a la víctima aportaron su nombre: era amigo y además trabajaba en la chacra de Cieslicki, que se dedicaba a la venta de fardos y leña.
"El Gringo" tenía dos hijos pero hace un año estaba separado de la madre de ellos. Ahora estaba en pareja con otra mujer que no se encontraba en la casa durante la noche de la reunión, ya que se había ido a primera hora del lunes hacia Caucete, unos 45 kilómetros al norte, para una consulta médica. Cieslicki se quedó solo y programó el encuentro con el otro hombre y las dos chicas. Quienes conocían a la víctima dijeron que era alcohólico y que desde que su padre, dueño de los terrenos, falleció, él quedó al mando del negocio.