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Revista

Semana Santa: qué datos hay que tener en cuenta al comprar y cocinar pescado

Fresco, enlatado o congelado, es clave estar atentos: si el pescado presenta tonos rosados, rojos, bordó o similares, no se debe consumir.

17/04/2019

Se viene Semana Santa. Y durante la celebración de Viernes Santo, los católicos en todo el mundo honran la muerte de Jesús. Ese día el rito católico no permite comer carne, ya que la Iglesia dice que la carne roja representa el cuerpo de Cristo crucificado. Es por eso que lo reemplazan por pescado para cumplir con las Sagradas Escrituras.

Ahora bien, ¿qué datos hay que tener en cuenta al momento de adquirir pescado y cocinarlo? Veamos...

Lo primero que tenés que saber es en qué estado de conservación está el pescado que vas a adquirir, es decir si está fresco, enlatado o congelado.

Si comprás pescado fresco (sin congelar), éste debe tener los ojos brillantes, agallas rojas, piel y escamas firmes. Se debe comprobar que el cuerpo del pescado se recomponga después de ejercer presión sobre él. El pescado puede conservarse en heladera hasta 2 días y hasta 3 meses en freezer.

Si el pescado que vas a consumir es enlatado tenés que simplemente observar la lata y ver que no presente abolladuras, ni estar hinchada, ni oxidada; lo más importante es que siempre verifiques la fecha de vencimiento.

En el caso de los pescados congelados, estos deben descongelarse en la parte baja de la heladera, elaborarlo y consumirlo el mismo día. El pescado que no va a ser consumido dentro de las 24 horas debe ser refrigerado, previo lavado y guardado dentro de un recipiente o bolsa limpia.

Tené en cuenta que, para que un alimento sea inocuo, se debe asegurar la correcta cocción, que en el caso del pescado debe ser a 75 °C. Se debe tener siempre presente que si el pescado presenta tonos rosados, rojos, bordó o similares, no se debe consumir.

Al momento de la preparación, es importante prestar especial atención a cómo evitar la contaminación cruzada. Esto ocurre cuando la contaminación pasa de un alimento a otro, por ello no mezcles pescados y mariscos frescos con otros alimentos en la heladera, ni uses el mismo cuchillo sin lavar para, por ejemplo, partir pescados, mariscos y luego vegetales.