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La mentira de la falsa ingeniera fue revelada por un profesor

Tras recibir un llamado anónimo, el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santiago del Estero reveló que detectó la maniobra de la jovencita que publicó en las redes sociales los festejos por una graduación que nunca existió.

28/08/2019

El caso de la falsa ingeniera agrónoma sigue dando que hablar. Según se informó, fue un profesor quien denunció la maniobra, tras recibir un aviso anónimo.

Mario Hugo Mondino, quien es presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santiago del Estero, reveló que fue él quien detectó, con ayuda de un aviso anónimo, la falsificación en que había incurrido una joven mujer al publicar en redes sociales los festejos por su inexistente egreso.

“Yo he sido el que ha puesto en conocimiento a la Facultad de este caso. A mí me llegó una comunicación de forma reservada, haciéndome ver las publicaciones, y cuando apareció mi nombre como miembro del tribunal, bueno, no puedo tener tanta amnesia como para no darme cuenta de que yo nunca formé parte de un jurado para ella. Por lo tanto, comenzamos a hacer averiguaciones con la Facultad, cuyas autoridades finalmente terminaron emitiendo un comunicado el lunes, con los elementos que tenían a su juicio y revisando la información que poseen, desmintieron totalmente la posibilidad de que se haya recibido de ingeniera”, indicó.

Mondino recordó que “desde 1990 soy profesor en la Facultad de Agronomía y nunca tuvimos un caso así. La materia que dicto en mi cátedra se encuentra en el 8º módulo de la carrera, es decir el 4º año, yo no tengo registro que haya cursado conmigo”.

Consultado sobre la eventualidad de haber llegado a ejercer la profesión, de no haber sido detectado el caso en esta instancia, el ingeniero echó por tierra esa posibilidad: “No creo. Tendría que haber cumplido con una serie de trámites que al no tener el título no son viables. Para que la gente entienda: no se necesita solamente un papel (el título) para decir que uno es profesional. Sino que hace falta una serie de certificaciones que solamente las otorgan las universidades y que se tienen que presentar en forma conjunta; los títulos se envían a Buenos Aires, para que sean asentados en el registro general del Ministerio de Educación, son certificados, y así se envían a sus titulares, quienes con certificado analítico más la consulta que se hace a las respectivas universidades, recién se matricula”.

“El título está provisto de sellos y medidas de seguridad, que no me animo a decir que no se pueden falsificar, pero tienen una serie de condiciones que lo hacen bastante difícil de emular”. De todas maneras no obvió el hecho de que hoy en día “se falsifican tantas cosas”, que tampoco se puede descartar de plano esta posibilidad. Igualmente, después sobreviene la consulta del Colegio de Ingenieros a la universidad para verificar mediante sus registros educativos la coincidencia con la documentación presentada por el supuesto egresado.

Ello, amén de la más sencilla de las verificaciones: “Nosotros conocemos a todos nuestros estudiantes. Y cuando vienen de afuera (otras provincias), las certificaciones y los requisitos son mucho más exigentes”, detalló.