Al menos 23 personas murieron en las últimas semanas y cientos de casas fueron destruidas por las llamas.
La Policía de Australia anunció este lunes la imputación de 24 personas por haber provocado incendios forestales de forma deliberada, tras la muerte de al menos 23 personas a causa del siniestro en el sureste del país.
La Policía de Nueva Gales del Sur resaltó que, además, inició "acciones legales" contra más de un centenar de personas por no cumplir con la legislación relativa a incendios.
Las autoridades recordaron que los numerosos focos registrados en las últimas semanas en el estado destruyeron más de mil viviendas y consumieron más de 4,9 millones de hectáreas. También murieron millones de animales.
Las penas contempladas por la legislación por este tipo de delitos son de hasta 21 años de cárcel por provocar un incendio y 25 años en caso de homicidio a causa de las llamas.
La situación en Australia se vio agravada por olas de calor y fuertes vientos. En este contexto, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció el domingo la creación de una agencia nacional para la recuperación del país dotada con un presupuesto de 1.388 millones de dólares estadounidenses.
"Se hará lo que haga falta, cueste lo que cueste", dijo Morrison, un escéptico del cambio climático que fue muy criticado por su gestión de los incendios.