Los dos están detenidos como coautores del brutal asesinato del joven de 18 años en Villa Gesell.
Alejados de sus familias y presos en una celda de la Alcaidía del penal de Dolores. Así festejarán este martes su cumpleaños dos de los rugbiers acusados de ser coautores del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell el 18 de enero pasado.
Se trata de Lucas Pertossi y Enzo Comelli, quienes hoy cumplen 21 y 20 años respectivamente mientras enfrentan cargos por el "homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas" del joven de 18 años y también por las lesiones que sufrieron cinco de los amigos de la víctima.
Por el momento, no hay ningún pedido realizado por los dos presos ni por sus familiares para que se les autorice una visita especial, indicaron a Télam desde el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
En ese sentido, precisaron que "la única visita autorizada que tienen esos presos son los días jueves de 18.30 a 19.30" y, aunque los internos pueden solicitar visitas extraordinarias en ocasiones especiales, ninguno de los dos deportistas apeló al menos hasta el momento a ese recurso.
Ambos están alojados en una celda de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores, junto a seis de sus amigos: Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18) y Matías Benicelli (20).
Los ocho rugbiers se encuentran separados del resto de los presos por disposición de las autoridades del penal, para evitar que puedan sufrir agresiones.
El crimen de Fernando se produjo cerca de las 4.40 de la madrugada del sábado 18 de enero frente al boliche Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell, cuando el joven fue atacado a patadas y trompadas por el grupo de rugbiers.
La brutal paliza fue registrada por cámaras de seguridad y teléfonos celulares, por lo que horas después los deportistas fueron detenidos como autores del crimen en una casa cercana al boliche que habían alquilado para pasar las vacaciones.
Homicidio "por placer"
Mientras avanza la investigación por el crimen de Fernando, la querella de la familia de la víctima pidió que los detenidos sean sometidos a pericias psicológicas y psiquiátricas para conseguir un agravante: la figura de “homicidio por placer”.
Se trata de un agravante de la figura de “homicidio simple” y en caso de comprobarse que Fernando fue asesinado por el mismo gusto de matar, la pena de los rugbiers podría elevarse a prisión perpetúa.