Tuvieron una reunión a solas durante 40 minutos y repasaron los números de la primera semana de la nueva etapa del aislamiento.
El presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se reunieron en la tarde de este viernes en la quinta de Olivos para analizar el cuadro de situación de la pandemia de coronavirus en el AMBA.
El encuentro fue durante unos 40 minutos a solas y repasaron los números de la primera semana de la nueva etapa de la cuarentena.
En los últimos días el Gobierno porteño hizo una evaluación positiva de lo que considera "una estabilización de la curva de contagios" en la Ciudad.
En este contexto, las autoridades porteñas siguen de cerca la evolución de la situación sanitaria con la expectativa de avanzar hacia una flexibilización de las restricciones después del 17 de julio, cuando concluirá la nueva etapa de cuarentena estricta.
El ministro de Salud porteño Fernán Quirós sostuvo este viernes que el objetivo es que el R (el indicador de multiplicación de contagios) esté por debajo de uno. "Eso significará que día a día habrá menos contagiados y ya la montaña estará por detrás y no por delante, como sucede ahora", indicó.
"Veremos cómo evoluciona ese índice y si baja de uno iremos desandando las nuevas medidas. Todos buscamos que esta cuarentena sea la más corta posible y todos queremos decir que después del 17 de julio estaremos en una etapa de apertura y no de cierre", agregó.
Sin embargo, esta visión se diferencia de la que tiene la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof observa todavía con preocupación el avance del virus en el conurbano.
"Hasta que no aparezca la respuesta científica, habrá que convivir con el coronavirus", indicó en una conferencia de prensa este viernes el mandatario provincial.
"Una vez que aparezca, habrá que ver si el sistema capitalista mundial nos da acceso a todos los países y clases sociales. Por eso creo que el coronavirus va a estar con nosotros bastante tiempo", agregó.