Santiago del Estero, Viernes 03
Mayo de 2024
X
País

“Rescatando a Ñankul” el cortometraje finalista en el Festival de la Naturaleza

Ñankul es ahora un joven ejemplar de águila coronada que, gracias a la ayuda de especialistas, superó un problema cuando era aún pichón. Mirá el video.

Ñankul en su nido reconstruido. Foto: Diego Gallego
04/09/2020

Rescatando a Ñankul” es un cortometraje que fue elegido finalista, en la categoría Mejor Corto Inspiracional, en el Festival Latinoamericano de Naturaleza 2020. Fue realizado por Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en la Argentina (CECARA) y el Centro de Producción Audiovisual de la UNLPam.

Hasta aquí lo que sería el lado A o la parte formal y fría del logro de una producción audiovisual de una institución.

Pero toda historia tiene su lado B y en este caso la parte humana y cálida, donde no solo el interés profesional sino también el altruista de tratar de salvar y conservar a una especie en peligro de extinción.

Para conocer un poco la historia del Ñankul, Diario Panorama contactó al biólogo y becario Diego Gallego quien aportó datos, ya que fue también parte integrante del equipo que hizo el seguimiento de este ejemplar de águila coronada y de otros que encontraron durante el año pasado.

CECARA hace un seguimiento a los nidos de águilas coronadas (Águila del Chaco - Buteogallus Coronatus) para seguir su evolución, en uno de estos nidos que encontramos en noviembre de 2019, pasó esta historia que contamos en el corto” explica Gallego.

Fue en un campo en La Pampa donde hallaron el nido de los padres de Ñankul.

Fueron siguiendo su progreso y el esfuerzo que hacían sus padres en alimentarlo y cuidarlo, pero la naturaleza en ocasiones pone a prueba a todos.

Parte del árbol y el nido de Ñankul terminaron en el suelo luego de una fuerte tormenta.


Te recomendamos: Especie en peligro: avistan a una Águila Coronada en un campo santiagueño


“En una de las visitas encontramos al nido en el suelo y al pichón con vida. De inmediato ideamos un plan que era reconstruir el nido y esperar a que los padres de Ñankul no lo abandonen. Para reconstruir el nido (y desde que lo encontramos) también contamos con la ayuda del dueño del campo “Chichin” Cabal quien fue además el que bautizó al pichón” contó el biólogo.

“Con paciencia y esfuerzo logramos colocar y asegurar una base entre las ramas rotas del árbol y allí el nido. Luego volvimos a dejar arriba a Ñankul a quien también anillamos y colocamos un transmisor GPS” señaló Gallego.

Ahora solo quedaba esperar a que los padres vuelvan.

Y ellos no lo abandonaron.

Luego de un tiempo Ñankul estuvo listo para emprender vuelo por primera vez.

Cuando Ñankul abrió sus alas y alzó vuelo, también se abrió la esperanza de que otro ejemplar pueda llegar a edad adulta y que los días de esta especie no estén en cuenta regresiva.

Detalles

Algunas de las personas que intervinieron en este cortometraje: Director del CECARA Dr. José Hernán Sarasola, Lic. en Biología de la Universidad del País Vasco de España Diego Gallego integrantes del Proyecto Águila del Chaco y “Chichin” Cabal.

Ñankul (lengua ranquel) fue el nombre propuesto por el cuidador del campo, en honor a un personaje de un cuento que le relataban sus mayores cuando era niño.

Le concedieron a “Chichin” bautizar al pichón por su esfuerzo y colaboración desde que ubicaron el nido.

El GPS les transmite los datos de los desplazamientos del ave para conocer sus hábitos y ayudar en su conservación.

En abril de este año uno de esos ejemplares fue visto en un campo santiagueño.