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¿Cómo encontrar el amor si soy una persona solitaria?

Ser una persona solitaria no implica renunciar al amor. Al contrario, también lo anhelan, pero eso sí, saben muy bien qué tipo de relación quieren y lo que esperan del otro. Quizá por ello, les cueste tanto dar con la persona "perfecta".

24/10/2020

¿Es posible encontrar el amor si soy una persona solitaria? A menudo, consideramos a las personas solitarias como figuras inadaptadas, singulares outlanders del mundo social, tímidos empedernidos y esos raros que uno nunca termina de entender. Nada más lejos de la realidad. Un solitario no renuncia a la conexión ni claudica tampoco a sentir el amor cuando llega la oportunidad.

Ahora bien, puede resultar complicado y hasta contradictorio. La soledad que uno elige conforma siempre un estilo de vida muy característico y hasta pautado: no hay normas ni acuerdos con nadie, el hogar es para uno solo y las actividades y tareas que hacer se deciden en el momento que uno quiere. Al solitario no le agradan las ataduras formales ni tampoco diluirse en compromisos ajenos.

¿Entonces? ¿Cómo armonizar la propia personalidad con el firme deseo de encontrar un amor real, auténtico y duradero? Hay estrategias. No obstante, es necesario clarificar una serie de dimensiones que nos permitirán actuar y hallar esa persona que se ajuste a nuestro universo singular. Porque la soledad, como señalaba Arthur Schopenhauer, es la suerte de todos los espíritus excelentes. Encontrar a alguien que sienta la vida de igual manera sería sin duda la mejor de las fortunas.

A menudo, definimos a este tipo de perfil como “lobos solitarios”. Lo cual es poco más que una contrariedad porque los lobos viven en manadas y tienen un fuerte grupo social. Solitarios son los osos, los koalas o el pez león, una fascinante criatura marina capaz de golpear con sus venenosas aletas a todo aquel que se le acerque.

En la naturaleza, como vemos, también abundan las criaturas no gregarias. Ahora bien, la salvedad está en que la persona solitaria está integrada en un escenario social y, por término medio, ha aprendido a moverse bastante bien entre ambas esferas.

Son hombres y mujeres que aún desenvolviéndose de manera efectiva entre los grupos recurren, en cuanto pueden, a sus propios refugios. Porque la soledad que es voluntariamente elegida no duele, sino que equilibra y enriquece.

Sin embargo, el solitario no excluye tener sus contados amigos. Y aún menos cerrar las puertas al amor. Porque enamorarse es algo que a todo el mundo le complace, le ilusiona y hasta se sueña con ello. Por tanto, ¿cómo encontrar el amor si soy una persona solitaria? Estas serían algunas estrategias que tener en cuenta.

¿Quieres encontrar a alguien interesante a quien amar, con quien compartir proyectos, experiencias y planes de futuro? ¿O más bien necesitas a una persona que alivie tu soledad? Es necesario clarificar esta distinción por un detalle concreto. Hay muchas personas que se definen a sí mismas como solitarias. Son hombres y mujeres que no dudan expresar aquello de que “esa es la vida que les gusta y la que les define”.

Sin embargo, lejos de ser una vida elegida, es la que les ha tocado tener a la fuerza. Algo así hace que, a veces, necesiten un amor a la desesperada, una pareja que salve, que alivie penas y soledades. Este no es el mejor camino ni la mejor elección. La más sabia es, sin duda, la de quien ama primero su propia soledad porque en ella se prende a amarse a uno mismo de manera incondicional.

Solo entonces estamos preparados para dar con alguien especial. Solo así estamos preparados para encontrar un amor por simple deseo y no por desesperada necesidad.

Ten claro qué tipo de relación quieres tener

Si te preguntas cómo encontrar el amor cuando eres una persona solitaria, plantéate algo primero: ¿qué tipo de relación buscas? Puede que no quieras un compromiso en el que haya una convivencia en común. Es posible que desees compartir tiempo, vida y relación con esa persona solo los fines de semana.

También cabe la posibilidad de que prefieras ir muy poco a poco, sin compromisos ni ataduras, dejando que la relación madure y que las decisiones se tomen sobre la marcha. Sea como sea, debes tenerlo muy claro y, a su vez, advertir a la otra persona de lo que quieres y buscas para que no se hagan falsas expectativas.

Raro, asocial, antipático… Las personas solitarias reciben cientos de epítetos por su forma de ser y todos ellos distan mucho de la auténtica realidad. En un mundo donde la mayoría se siente solo, ellos son unos aventajados. Porque no sienten sufrimiento, ni molestia; al contrario, disfrutan de su tiempo, de esa existencia elegida.

Todo ello es una ventaja. Por tanto, no veas a los demás como a figuras de Marte mientras tú orbitas alrededor de Saturno. No hay tantas diferencias y algo que deslumbra y gusta es la persona que se siente bien consigo misma. Porque quien ha aprendido a disfrutar de su soledad tiene un rico mundo interior que ofrecer, hay menos miedos, menos inseguridades y algo así gusta y enamora.

Saca partido de tu templanza, de tu sentido de reflexión, tu mente abierta, esa fortaleza que te define ante las dificultades y la lealtad inherente que hay en ti y que siempre agrada.

En un mundo más globalizado que nunca, son muchas las personas que viven en su isla de soledad. Hay más solitarios de los que piensas, hombres y mujeres que ven y sienten el mundo de la misma manera que tú. Así, nuestra sociedad basada en la tecnología nos ofrece maravillosos canales que vale la pena aprovechar.

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