Unos policías le habían impedido el paso. Los soldados de la Guardia de Honor, al conocer su historia, realizaron para ella una pequeña ceremonia.
Una mujer que quería dejar flores para conmemorar a su padre en la Tumba del Soldado Desconocido, uno de los monumentos más venerados de Rusia y cuyo acceso está restringido, pudo cumplir con su deseo gracias a la actitud de los guardias que custodian en lugar.
Según recoge el portal Mash, Valentina Klimenko soñaba desde hacía tiempo con visitar la tumba de su padre, Alexandr Táimer, fallecido en las filas del Ejército Rojo el 25 de marzo de 1945. Sin embargo, la hija nunca ha tenido oportunidad de viajar a la ciudad húngara de Pápa, donde se ubica la fosa común con sus restos mortales. Ante la imposibilidad de rendirle tributo a su progenitor, fue a los jardines de Alejandro, situados ante los muros del Kremlin de Moscú, donde se levanta el monumento dedicado a todos los caídos en la Gran Guerra Patria.
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La mujer acudió al lugar con dos claveles y la fotografía de su padre. Intentó cruzar la cerca para colocar las flores, pero unos policías se lo impidieron. No obstante, cuando relató su historia, los soldados de la Guardia de Honor realizaron para ella una pequeña ceremonia y le permitieron subir por las escaleras y depositar los claveles frente al fuego eterno.