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Abril de 2024
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Opinión y Actualidad

Crítica de "Seis días corrientes"

Para comprobar que el cine social puede dejarnos una sonrisa en los labios.

03/12/2021

Por Alex Montoya
Para Fotogramas

La primera osadía que Neus Ballús propone en su tercer y quizás más redondo film dinamita la idea que equipara el cine social a un retrato de personajes rotos por el goteo de desgracias que la vida les depara. Seis días corrientes pone el foco en asuntos de calado: reivindica a la clase trabajadora, y señala el rechazo a la diferencia y ese racismo, a veces inconsciente, que todos, desde el privilegio caucásico, tenemos integrado. Pero huye de referentes clásicos del género, los Loach o Dardenne, y defiende su tesis desde la ligereza, desde un costumbrismo casi cómico, con resultados igualmente (si no más) eficaces.

La apuesta, y la dinamita, de la cineasta van más allá: como en La plaga (2013), Ballús saca petróleo de tres actores que no lo son, y que interpretan una versión ficticia de sí mismos. Ese trío, el excesivo Valero, el sensible Moha y el sabio Pep, va sobrado de carisma. Y las situaciones que, de lunes a sábado, encuentran en los hogares donde reparan cañerías y cuadros eléctricos, son un perfecto contrapunto que fotografía una realidad que, de tan común, suele pasarnos desapercibida.