Sedentarismo infantil: cómo lograr que los más pequeños vean al ejercicio como algo placentero

El sedentarismo es un tema que suele discutirse centrándose en el cuerpo y la salud de los adultos, pero ¿dónde quedan los niños y jóvenes en este escenario? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2025 el mundo podría enfrentar una epidemia global de obesidad infantil que afectaría a alrededor de 75 millones de niños.

El sedentarismo se presenta como un factor de riesgo que impacta en tres dimensiones.

1. La primera afectación para la salud se manifiesta en la dimensión física, donde los niños ganan peso corporal al no moverse y carecer de actividad física.

2. La segunda dimensión afectada es la cardiometabólica.

3. La tercera dimensión afecta lo psíquico y social.

La obesidad afecta al 20,7% de los niños y adolescentes varones, y al 12,9% de las niñas y adolescentes mujeres. En promedio, en Argentina, el 16,9 por ciento de niños, niñas y adolescentes tiene obesidad.

"El sedentarismo en los niños se ha manifestado actualmente con un aumento en la incidencia de enfermedades que son cada vez más tempranas en la población, como la hipertensión, la diabetes y otras enfermedades relacionadas con el estilo de vida, además del aumento de la obesidad en la población infantojuvenil", afirma João Lombardi, médico del Ejercicio y del Deporte por la Escuela Paulista de Medicina de la Universidad Federal de São Paulo.

Durante las vacaciones escolares, los niños pasan más tiempo en casa, y muchos de ellos ven sus celulares como una forma de ocio. Sin embargo, Lombardi advierte que las pantallas "roban" la atención de los más pequeños para actividades esenciales.

"Las pantallas y otras tecnologías terminan robando la atención de los niños de otras actividades que son sumamente necesarias para el crecimiento y el desarrollo. Una de ellas es el ejercicio físico. Es en esta etapa cuando se desarrollan las habilidades cognitivas y físicas para el resto de la vida, y desde el momento en que se pierde esta ventana de oportunidad en este período, termina siendo perjudicial en la vida adulta", explicó.

Las repercusiones físicas y mentales de un estilo de vida sedentario

Un entorno familiar activo permite que el niño perciba los beneficios y desee ser parte

Además de los problemas físicos que puede ocasionar un estilo de vida sedentario en la vida de los niños, también se ve afectada su autoestima, y se "estimula" el desarrollo de depresión y ansiedad que pueden perdurar a lo largo de toda la vida.

"Las implicaciones físicas y mentales de un estilo de vida sedentario en los niños pueden abarcar desde la baja autoestima hasta problemas de salud y depresión en la edad adulta, limitando su potencial biológico debido a la falta de actividad física durante la infancia y adolescencia", revela.

Cuando se le preguntó sobre las medidas que deben tomar los padres y familiares para prevenir el sedentarismo en niños y jóvenes, Lombardi explicó que una de las mejores opciones es fomentar que los más pequeños vean el ejercicio físico como algo placentero.

"La prevención del sedentarismo infantil comienza con pequeños estímulos para que el niño perciba el ejercicio físico como algo placentero y beneficioso. Actividades como los juegos son formas de iniciar la práctica deportiva. La terapia ocupacional también es una herramienta valiosa. Modalidades deportivas de equipo, por ejemplo, son una forma de hacer que el niño quiera participar en el deporte para socializar con amigos. Las modalidades de lucha proporcionan una salida para que el niño gaste energía y libere emociones. Hay varios ejemplos. Por último, un entorno familiar activo, donde la familia practique ejercicio físico y deporte, permite que el niño perciba los beneficios y desee ser parte de esa actividad, sirviendo como ejemplo", describe.