Docentes, padres y alumnos se enfrentan en este drama que podría arrebatar el Oscar a J. Bayona y que dirige el alemán Ilker Çatak.
En un momento de este excelente drama con aire y espíritu de thriller nervioso, una alumna señala el lema del periódico escolar: ‘Vincit omnia veritas’ (la verdad todo lo vence). Pero, ¿qué pasa cuando la búsqueda de esa supuesta verdad es, en realidad, una caza de brujas para encontrar un culpable? ¿Y de qué verdad están hablando? Son algunas de las muchas preguntas que se lanzan, pero son poquísimas las respuestas que se ofrecen en este retrato de un microcosmos que plantea diferentes dilemas morales a lo largo del metraje en plena batalla por el control del relato por parte de las distintas partes implicadas: profesores, padres y alumnos.
Y es que tomando excelsos modelos como ‘La clase’ de Laurent Cantet o ‘La ola’ mezclado con el estilo de los Dardenne –ese tono documental cámara en mano–, Ilker Çatak y su coguionista Johannes Duncker acentúan una intensidad subida de tono como vehículo para lograr un mayor alcance y reacción por parte del abrumado espectador ante tamaña paranoia sin salir de entre esos muros. Y todo para enmendar la plana a C. S. Lewis que decía que la tarea del educador moderno no es talar selvas, sino regar desiertos. Más que eso, se dedican a apagar fuegos.
Aquí no hay Oh capitán, mi capitán ni profesores maravillosos e idealistas que alientan a la chavalería a esforzarse para ser mejores.
Para espectadores preocupados por el futuro de generaciones venideras y conocedores del informa PISA.