Santiago del Estero, Sábado 04
Mayo de 2024
X
Revista

Cómo entrenar el cerebro para cambiar el cuerpo y los hábitos de alimentación

Cuando nos enfrentamos al desaprendizaje, el cerebro se activa en diversas áreas, incluyendo la corteza prefrontal, que está asociada con la toma de decisiones y el control cognitivo.

19/02/2024

En el universo del aprendizaje, la capacidad de desaprender se ha convertido en una habilidad fundamental para el crecimiento personal y profesional. Contrariamente a la creencia convencional de que el aprendizaje consiste sólo en acumular conocimientos, los descubrimientos en neurociencia sugieren que desaprender es una parte esencial del proceso de adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. Explorando el funcionamiento del cerebro, emerge una intrigante realidad: desaprender puede ser tan crucial como aprender.

El cerebro es como un mosaico de conexiones, que forma un intrincado entramado de neuronas interconectadas que forman redes complejas. Estas conexiones, conocidas como sinapsis, se fortalecen o debilitan dependiendo de la frecuencia y la importancia de la información que reciben. El aprendizaje convencional implica la información que se recibe y el refuerzo de estas conexiones neuronales al adquirir nueva información.

La plasticidad cerebral y la resistencia al desaprendizaje
La rigidez cognitiva puede ser un obstáculo para el crecimiento intelectual. La plasticidad cerebral, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones, puede ser limitada por la resistencia a desaprender lo que ya se ha internalizado. La superación de este obstáculo requiere la capacidad de flexibilidad cognitiva, la disposición para desafiar y modificar las conexiones neuronales existentes.

Cuando nos enfrentamos al desaprendizaje, el cerebro se activa en diversas áreas, incluyendo la corteza prefrontal, asociada con la toma de decisiones y el control cognitivo. Estamos activando las llamadas funciones ejecutivas, por lo tanto, desaprender es un proceso neurocientífico.

Entendiendo este proceso como parte de nuestra vida, se incluye la posibilidad de que los cambios sean duraderos y que logren mejorar la calidad de nuestra salud física y mental. Para esto, se necesita un nuevo enfoque y una predisposición a hacer cambios. Esto parece obvio, pero en la práctica, no lo es. Un ejemplo muy claro tiene que ver con los procesos de alimentación y desarrollo de una vida sana.

Según la profesora Verónica Segreto, Wellness Coach Fitness and Nutrition coach- NASM – Directora de El Dorado Wellness Center, Arkansas, USA, venimos con creencias muy arraigadas de lo que es comer sano o lo que es necesario para adelgazar. Estas creencias suelen estar basadas en consejos obsoletos y recomendaciones que muchas veces no funcionan, por eso es fundamental cambiarlas para poder avanzar. En estas creencias, se utiliza la capacidad de desaprender y es el primer paso para dar espacio a lo nuevo.

Las causas de los bloqueos
Las causas principales de bloqueos de todo tipo, incluso metabólicos y de peso, muchas veces son el estrés, la ansiedad y los trastornos de sueño. Una alimentación saludable junto con una vida activa físicamente no sería suficiente si nuestro cuerpo vive en estado de alerta constante. El estrés crónico causa inflamación y esta se desarrolla de manera silenciosa. La inflamación es una defensa de nuestro cuerpo frente a determinadas amenazas pero cuando estas amenazas son constantes la inflamación es crónica. La inflamación celular crónica es la base de la mayoría de las enfermedades. El famoso cortisol nos juega una mala pasada.

Comer poquito tampoco es la solución para adelgazar, y menos aún cuando ese «poquito» además es equivocado. Se necesita contar con los nutrientes necesarios para tener salud y perder peso, asegura Segreto, que además es creadora de Online Coaching Fitness Plan. La carencia de nutrientes es una de las principales causas de inflamación, retención de líquidos y lentitud del metabolismo.

Si llevas 10 años acumulando kilos de más, es importante entender que lo saludable es que los pierdas a medio/largo plazo. Perder 10 kilos en 2 meses no es saludable ni exitoso pero sobre todo no es sostenible. No es real, es solo un espejismo que va a durar poco tiempo ya que no se cambian nuestra forma de comer ni los hábitos de forma permanente, y además seguramente no se habrá solucionado la raíz del problema (física o emocional).

Si no logramos cambiar nuestra forma de pensar seguiremos reciclando las mismas experiencias. Lo verdaderamente interesante y práctico es perder peso a la vez que se recupera la salud, se regulan las hormonas y se afianzan hábitos nuevos y sanos. Las prisas y la impaciencia abren la puerta al efecto rebote y los trastornos metabólicos.

Incorporar el mindfulnes
El dietante crónico provoca una rigidez metabólica y obtiene el resultado opuesto al esperado. Uno de los desafíos del wellness es enseñar a modificar los hábitos alimenticios sin hacer dieta. Este puede ser un objetivo para un nuevo año en el que se puede cumplir: cambiar tu vínculo con la comida.

Incorporar el mindfulnes como estilo de vida, salir del piloto automático, es parte de una verdadera transformación, asegura Segreto. Puede parecer algo sorprendente, pero cada vez hay más pruebas científicas que sugieren que las dietas no funcionan y así muchos nutricionistas de la vieja escuela sin saber qué hacer, empiezan a orientarse al estudio de las emociones y el coaching como herramienta de trabajo. Pero para vencer el hábito de hacer dieta, tendríamos que dejar de lado las viejas ideas de contar calorías, prohibir las comidas favoritas y medir el éxito con un número en la balanza.

Si bien cada caso es particular, como conclusión Segreto expresa que debemos trabajar en desaprender el hábito dietante que no nos permite bajar de peso y sostenerlo en el tiempo. Se transforma en un desafío cada vez más agresivo para el cuerpo. El cuerpo cambia si cambia la mente, los pensamientos y si la persona está realmente convencida de lo que está haciendo. Si seguimos haciendo las cosas por obligación será un corto camino al fracaso. Entonces, antes de poner el cuerpo a dieta, Segreto sugiere: “Empezar a entrenar la cabeza para desaprender es el primer paso”.

El beneficio del desaprendizaje
El beneficio del desaprendizaje no implica olvidar por completo lo aprendido, sino más bien, cuestionar, desafiar y reformular conceptos existentes. Este proceso abre la puerta a nuevas perspectivas, ideas innovadoras y enfoques más eficientes para resolver problemas complejos. Además, fomenta la adaptabilidad, una habilidad esencial en un mundo constante.

El desaprender para aprender nos invita a reconsiderar nuestra relación con el conocimiento. La neurociencia nos muestra que la flexibilidad cognitiva y la disposición para desaprender lo obsoleto son fundamentales para el crecimiento intelectual y el desarrollo continuo. Al abrazar esta idea, podemos expandir nuestras mentes más allá de los límites prestablecido, creando un espacio para mejorar nuestra calidad de vida, salud y progreso.

Mariela B. Caputo, licenciada en Psicopedagogía (M.P. 199.685), master en Neuropsicología, investigadora del doctorado de la Facultad de Medicina UBA, especialista y directora de Nivel Inicial.