El psicólogo profesional, Juan Ramos, dialogó con Noticiero 7 al respecto: "Los adultos tienen que marcar un acuerdo y tener un control sobre los adolescentes".
El tiempo pasa y las costumbres cambian. De jugar en el parque, ahora se juega por teléfono o computadora. Los adolescentes volvieron a clases y el gran problema es el sueño cambiado.
Por este motivo, Noticiero 7 dialogó con el psicólogo Juan Ramos para advertir sobre estos problemas: “La necesidad de dormir y el sueño en adolescentes es una cuestión del metabolismo y de los cambios del crecimiento en el cuerpo de chicas y chicos que pasan de la niñez a la adolescencia”.
Los adultos deben ocuparse, marcar un acuerdo y llegar a un control con los adolescentes. “La pubertad como serie de cambios orgánicos que tienen varones y mujeres. Y la adolescencia como los procesos psicológicos que implican llevar adelante esos cambios, más allá de la cuestión del género, de la identidad sexual y de la relación con el otro”, expresó el profesional.
Ramos, hizo referencia a muchos permisos que los padres otorgan a sus hijos y las consecuencias psicológicas que esto provoca: “Esos chicos tarde o temprano en el consultorio hablan de una soledad o una tristeza por esa falta de acompañamiento de los padres”.
“En el ámbito del consultorio también se habla del sueño cambiado, con que tipo de intensidad o energía hacen las cosas. Eso se puede traducir en dormirse a cualquier hora y en el ámbito escolar ven que están durmiendo, y los profesores le llaman la atención”, manifestó el psicólogo.
Al finalizar, el especialista aclara que para que las normas de los padres funcionen, deben ser realistas y se tienen que cumplir: “Quitar el teléfono por un año entero, es una consecuencia excesiva por lo que se desvirtúa la norma y no se cumple”.