La información en base al gasto devengado de la Administración Pública Nacional (APN) revela que en marzo de este año el Tesoro nacional realizó transferencias a la casa de estudios por $193.574 millones, una cifra que términos nominales es mayor en 132,5% respecto del año pasado, pero que deflactada por la inflación muestra una caída del 40% real.
Si se toman los tres primeros meses del año, los fondos que el Gobierno comprometió a las universidades sumaron $496.636 millones, lo que implica una suba nominal del 150,7%, pero una baja del 32,5%. Aunque de ellos, pagó hasta el momento el 70%
El gasto en las universidades forma parte de los tres rubros de las transferencias corrientes más importantes del Estado nacional y como tal, fueron afectados por la política de ajuste del Gobierno.
“Las Transferencias Corrientes mostraron una caída de 35,3% interanual, que se sustenta en la reducción de las destinadas a las Provincias (-69,2%), a las Universidades con una retracción del 40% y principalmente, dado su volumen cuantitativo, en las orientadas al Sector Privado (-22,2%). El resto se redujo 52,5%”, plantea ASAP en su informe.
El presupuesto vigente de la APN para todo el 2024 es de $54,7 billones, de los cuales el gobierno hasta el momento ejecutó el 28%, unos $15,3 billones. De ellos, el gasto previsto para todo el año para la Secretaría de Educación es de solo $2,5 billones.
Hay que tener en cuenta que recientemente el Gobierno amplió las partidas del presupuesto vigente en un 36% mediante un decreto de necesidad y urgencia, ya que de no hacerlo los créditos se habrían agotado en mayo.
El año arrancó con un gasto general de $40,2 billones, que son los mismos con los que cerró el 2023 del presupuesto anterior prorrogado, ya que este Gobierno decidió descartar el proyecto que había dejado Sergio Massa que preveía déficit cero.
En el caso de Educación, el presupuesto inicial era de $2,477 billones y lo amplió en apenas $41.000 millones. Con la última modificación en términos comparativos lo incrementó en apenas 1,7% respecto del inicio del año, 35 puntos menos que el promedio general.
En el caso de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, el Gobierno arrancó 2024 con un presupuesto asignado de solo $1.666 millones y lo amplió a $1.766 millones, de los cuales lleva ejecutados $694 millones, que equivale al 40% de las partidas.
En ASAP plantean que la última ampliación del gasto de 36% que hizo el Gobierno hace un par de semanas no va a ser suficiente debido al contexto inflacionario.
“Debe tenerse en cuenta que este nivel de ejecución, sumado al contexto de alta inflación prevista para el año en curso, revela que en los próximos meses va a ser necesario ampliar nuevamente el presupuesto global de gastos”.