Santiago del Estero, Lunes 20
Mayo de 2024
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Opinión y Actualidad

Crítica de "Nina"

Segunda película de Andrea Jaurrieta, un rompecabezas cargado de suspense en el que también tiene cabida un arrebato formal digno de Douglas Sirk.

10/05/2024

Por Mariona Borrull
Para Fotogramas

Si Nina, el personaje, no se anda con chiquitas, tampoco lo hará la segunda película de Andrea Jaurrieta, coreógrafa del tic nervioso de nuestro noir tras ‘Ana de día’. Minuto uno: Patricia López Arnaiz invoca la fuerza eléctrica de todas las escopetas encañonadas del cine desde el ‘Asalto y robo de un tren’ (E. S. Porter, 1903). Acerca el dedo al gatillo. Esperamos un disparo que no llega, pero que abre un rompecabezas cargado de un suspense sin manías: ¿por quién se embarra las botas una flamante estrella del rock?

La mayor virtud de ‘Nina’, la película, es que pronto abandona la búsqueda de razones (inútil, el mal no puede resolverse), para obligarnos a sostener la mirada ante un agravio silenciado. Solo con la violencia se descubren las manos cobardes y, de cerca, ningún pueblo del western merece a su ‘cowboy’. Por delante: un ‘slalom’ entre instantáneas traumáticas, de la mano de un sibilino Darío Grandinetti, orquestadas todas con el fantástico pulso musical de Zeltia Montes (la Juha de Aki Kaurismäki, bañada en rojos). Ciento veinte años de cine para un regreso vertiginoso aunque, atados los cabos, también algo menos emocionante.

Para seguidores valientes del gran melodrama.