El economista sostuvo que el plan de “emergencia” terminó luego de seis meses, porque está “agotado”, ya que se imponen definiciones más estructurales, con el apoyo del FMI.
En una reciente entrevista con Infobae, Carlos Melconian analizó la situación económica actual del país, afirmando que el plan de "emergencia" del Gobierno se agotó tras seis meses y que ahora se requieren definiciones más estructurales, con el apoyo del FMI. A pesar de las críticas personales de Javier Milei, el economista evitó entrar en polémicas y se centró en los desafíos económicos.
Melconian destacó que el Gobierno logró reducir el déficit fiscal y la inflación en los primeros meses, pero ahora es necesario establecer un régimen cambiario de mediano plazo, con una convivencia de monedas y descartando la dolarización. Según él, "el Gobierno es muy dogmático y necesita pragmatismo en esta etapa, con un esquema cambiario claro".
El economista subrayó la importancia de acumular reservas, ya que una parte se ha gastado para cubrir la irresponsabilidad de la administración anterior. Además, mencionó la necesidad de comunicar de manera efectiva los planes de estabilización, evitando anuncios que generen expectativas altas sin cumplirlas.
"Si yo tengo deuda y se la paso a mi mujer, sigue siendo mi deuda; lo mismo pasa con la deuda del Banco Central al Tesoro. En una era de redes sociales, que el Presidente tanto usa, debería haberse anunciado con un comunicado o un mensaje en redes, no generar expectativas altas y luego no cumplirlas", sostuvo tras el encuentro del viernes de Caputo y Bausili con los banqueros que no terminó de convencer.
También se refirió al impacto de las decisiones recientes del Gobierno, señalando que la deuda del Banco Central al Tesoro sigue siendo una cuestión interna. Comparó la situación con un plan Bonex, aunque desestimó esa definición.
Sobre las críticas de Milei, Melconian optó por no tomarlas en cuenta, defendiendo la importancia de respetar a todos los presidentes y destacando su experiencia en macroeconomía.
Para la próxima etapa, Melconian enfatizó la necesidad de resolver la cuestión del mercado de cambios y los vencimientos externos, recomendando una estrategia equilibrada entre superávit fiscal y un tipo de cambio alto. Propuso reestructurar la deuda con el FMI y otros organismos multilaterales, enfocándose en la sustentabilidad en el tiempo y en la reducción del riesgo país.
Finalmente, Melconian abogó por un equipo económico competente y flexible en el Gobierno, capaz de cuestionar abiertamente a su líder para evitar decisiones dogmáticas. Enfatizó la necesidad de formalizar una economía bimonetaria, sin competencia entre el peso y el dólar, y de implementar políticas macroprudenciales para gestionar los controles de capitales.
En resumen, llamó a una salida ordenada del cepo cambiario en etapas, evitando la dolarización y promoviendo un enfoque pragmático y estructural para enfrentar los desafíos económicos actuales.