El funcionario lo rechazó que la causa esté "armada", como dijo el portero. Afirmó que "no hay margen para dejarlo en libertad" y opinó que "no hay indicios en la causa de que haya actuado otra persona".
No explotó Tribunales. Lejos de las predicciones catastróficas del abogado defensor Miguel Ángel Pierri, en su indagatoria, el único imputado en la causa se limitó a repetir lo que le había dicho a la fiscal de primera instancia, Paula Asaro, y a ratificar las denuncias de sus letrados: dijo que sufrió "un apriete" e insistió con que le "armaron una causa". Pero no contestó las preguntas del juez.
Sin embrago, el fiscal de la Cámara, Ricardo Sáenz, ratificó la actuación de Asaro. "Para mí es suficiente la prueba que hay", sentenció en declaraciones televisivas. "Creo que no hay margen en la causa para dejar a Mangeri en libertad", añadió.
Sáenz también se refirió a la estrategia de la defensa, que busca ubicar a otra persona en la escena del crimen. "No hay indicios de eso en la causa", comentó.
La defensa del portero busca además poner en duda la prueba más fuerte contra su cliente, el ADN hallado bajo una uña de Ángeles Rawson. Aunque hubo especulaciones sobre la declaración del portero, ayer dijo que "nunca tocó" a la joven y aseguró que la muestra genética fue "plantada". En ese marco, al término de la indagatoria el juez pidió que se repita la pericia en todos los dedos de la adolescente.
Al respecto, ayer Sáenz había dicho que las pruebas de ADN "fueron tomadas con todos los recaudos", descartando las nulidades solicitadas por la defensa.