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Abril de 2024
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Espectaculos

Evangelina Anderson, diosa en una producción de fotos sin Photoshop

La modelo posó sin retoques digitales y confesó sus secretos para estar espléndida.

16/06/2016

"En unos días viajamos a España y allá Martín (34) se va a juntar con un representante para tomar una decisión", le decía Evangelina Anderson (31) a la revista Gente antes de partir con destino al Viejo Continente para disfrutar de unas vacaciones en Marbella con sus hijos, Bastian (7) y Lola (2 años y medio), y su marido, al mismo tiempo que Demichelis analiza un nuevo futuro laboral tras finalizar su contrato con el Manchester City de Inglaterra.

Sin embargo, el paso de la escultural rubia por la Argentina fue productivo, ya que se animó a posar libre de Photoshop en una producción súper sexy con el semanario, en donde le regaló sus curvas y su belleza al natural al fotógrafo.

Conforme con la imagen que le devuelve el espejo y bendecida genéticamente, Evangelina confesó algunos de sus secretos estéticos y alimenticos para estar esplendida y poder retratarse sin retoques digitales.

"Me veo bien porque me gusta hacer deporte y gimnasia, pero me mantengo en mi peso porque como sano y tengo tendencia a adelgazar. Soy vegetariana desde que nací. Nunca quise probar carnes rojas, pollo ni pescado. Cuando era chica, mi mamá me tenía que dar vitaminas para engordar. Con los embarazos siempre volví rápido a mi peso. Es más, al mes del nacimiento de Bastian pesaba... ¡44 kilos! Era un problema y la gente se preocupaba, pero pude subir de nuevo", dijo Anderson, para luego asegurar que ella no es la única que cuida la salud y la silueta.

"En casa comemos sano porque Martín es muy profesional. Sigue la dieta de un nutricionista famosísimo de Venecia, que se llama Guillermo Poser. Evitamos el gluten... ¡pero acá estoy comiendo facturas todo el día! Y siempre me doy gustos con el chocolate, que me encanta", agregó, resaltando la conducta de su marido.

Por último describió la innovadora práctica que sumó a su rutina: "En Inglaterra hacía hot yoga, que es ashtanga en un salón a 35 grados de temperatura. Es genial para eliminar toxinas, celulitis y para la elongación. Además, me curó el dolor de espalda".