El chofer del micro que trasladaba a Boca recibió uno de los piedrazos y terminó desvanecido.
Las imágenes ya recorrieron los portales del mundo: el micro de Boca llegaba al Monumental cuando fue atacado por un grupo de hinchas de River. Las consecuencias fueron cuatro ventanas rotas y varios jugadores del Xeneize heridos por los vidrios, sobre todo Pablo Pérez y el juvenil Gonzalo Lamardo, que fueron hospitalizados.
Sin embargo, quien salió a hablar fue el chofer del ómnibus que trasladaba al plantel dirigido por Guillermo Barros Schelotto y develó lo que sucedió dentro del vehículo durante los incidentes.
"Agarró el control del micro (Horacio) Paolini hasta que yo reaccioné de vuelta y traté de hacer lo posible para traer a los muchachos acá. Pudo haber sido una tragedia. Me acuerdo cuando vi las piedras, después no me acuerdo nada. Reacciono de vuelta, manoteo el volante fuerte y digo 'estoy bien'. Fue un momento que me quedé sin aire. Lo peor fue en las calles Quinteros y Libertador, ahí fue el ataque masivo. Después, cuando pasamos la rotonda parecía que nos esperaba un ejército. Para mí la zona estaba liberada, veníamos a un partido de fútbol no a la guerra", confesó el conductor en diálogo con ESPN.