Fue el mensaje que el Obispo Diocesano de Santiago del Estero dio a los sacerdotes durante la celebración y bendición de los óleos sagrados que serán utilizados este año.
En horas de la tarde del martes se celebró la Misa Crismal con la que continuaron los actividades de la Semana Santa. El obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, llamó a los curas a “llevar la consolación y un año de gracia donde hay pecado, infidelidad, angustia, tristeza y desesperación”, al hacer referencia al Evangelio de Lucas que se leyó durante la ceremonia.
De esta celebración participaron todos los curas del clero diocesano, y renovaron sus votos sacerdotales tal como lo indican los rituales. Además, el obispo bendijo los óleos santos, que serán distribuidos en las parroquias de toda la Diócesis para ser utilizados durante el año.
“El Señor nos ha hecho suyos, somos pertenencia del Señor, nos atrajo con amor, nos brindó su intimidad y amistad, nos reveló su misterio, nos concedió gracias especiales y nos consagró sacerdotes para servir al pueblo de Dios”, dijo Bokalic durante su homilía.
Y continuó: “Hoy venimos cargados con los años, con experiencias luminosas y también con muchos tropiezos, con achaques, alegrías y penas del camino. Venimos a decirle al Señor que somos suyos, a pesar de nuestros límites, a pesar de las imperfecciones y pecados que hay en nosotros. Somos suyos, colaboradores de su obra de su amor y de su misión, y experimentamos simultáneamente nuestra fragilidad, el cansancio y a veces también el desencanto en nuestra vida”.