Era la oportunidad de Boca de quebrar la paridad, pero los encargados de impartir ley consideraron que no era infracción.
Corría el minuto 62 del partido; Sebastián Villa en el ataque de Boca fue por izquierda y cuando enganchó la pelota dio en la mano de Bruno Méndez, defensor de Corinthians. Sin embargo Roberto Tobar, árbitro de este duelo de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, dejó seguir la jugada. Luego, cuando el VAR la revisó, no consideró invitar al juez principal a revisarla y el juego siguió. Esto desató la polémica.