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Opinión y Actualidad

Crítica de "The Order"

El film del australiano Justin Kurzel compite por el León de Oro del Festival de Venecia.

03/09/2024

Por Manu Yáñez
Para Fotogramas

Toda buena película histórica no puede completar su sentido si no establece un diálogo fructífero con el presente. 'The Order', el nuevo thriller del australiano Justin Kurzel ('Snowtown', 'Nitram'), cumple esta máxima de un modo incontestable al fijar las resonancias contemporáneas de un episodio real protagonizado en 1983 y 1984 por un grupo de supremacistas blancos americanos. De hecho, la película comparte nombre con esta facción terrorista, que después de escindirse de la Nación Ariauna organización antisemita, ultracatólica y neonazi– emprendió el camino de la lucha armada con la intención de desatar una revolución fundamentalista.

El simple hecho de realizar un film sobre una organización terrorista de extrema derecha, afincada en el corazón de la América profunda –en las sierras del noroeste estadounidense–, ya expresa con claridad el deseo de cuestionar el discurso del actual Partido Republicano, empeñado en señalar a la inmigración como la madre de todos los males que afectan a los Estados Unidos. Pero si, además, en el centro de operaciones del grupo terrorista vemos colgada una nota que señala como objetivo el Capitolio, entonces la relación entre 'The Order' y el clima de violencia instigado por el expresidente Donald Trump ya resulta incontestable.

Orquestada como un afilado thriller policial, 'The Order' se estructura a partir del duelo entre un agente del FBI llamado Terry Husk (al que da vida Jude Law) y el líder del grupo terrorista, Bob Mathews (interpretado por Nicholas Hoult). Estamos entonces ante un clásico cara a cara, en la distancia, que se va cociendo a fuego lento. Por un lado, vemos cómo la organización supremacista va instaurando unos rituales de violencia y familiaridad –las barbacoas y los bautizos simbólicos se intercalan con atracos a bancos y a coches blindados–. Mientras que, del lado de la ley, Kurzel se centra en el lazo de compañerismo que se va forjando entre Husk y un joven agente de policía (Tye Sheridan) que, casado con una mujer nativa-americana, anhela combatir el odio racial. Dicho esto, y aunque la película invierte esfuerzos en perfilar una zona gris de amoralidad –Husk, el agente del FBI, se presenta como un hombre alcohólico e iracundo–, cabe destacar el rigor crítico con el que Kurzel disecciona el ADN del supremacismo blanco, con su apego a la demagogia, su arraigo en las comunidades afectadas por el desempleo y su inclinación a aferrarse a líderes populistas.

Con sus trepidantes escenas de acción (que no hubiesen desentonado en una película de Michael Mann), su sugerente inmersión en el paisaje americano y su buen manejo del tempo narrativo, 'The Order' se impone como un ejemplar ejercicio de género, que remite a los thrillers policiacos que engalanaron el cine estadounidense de las décadas de 1980 y 1990, y que dirigieron, cada uno a su manera, gente como Jonathan Demme, Clint Eastwood o John Sayles, y que en los últimos tiempos han revitalizado autores no yankis como David Mackenzie o Martin McDonagh. Además, 'The Order' cuenta con un reparto que saca lo mejor de sí para afianzar la hondura dramática y la fuerza política del film. Jude Law, que aquí se aleja del histrionismo, brilla en la piel de un policía sumido en el sudor, el humo del tabaco, la peste a alcohol y una sangre que le brota frecuentemente de la nariz. Y, pese a todo, el actor londinense logra infundir un halo de dignidad a su desgastado y atormentado personaje. Luego, del otro lado de la ecuación actoral, Nicholas Hoult, quien suele pecar de una cierta blandura, se endurece y hace gala de una inédita elocuencia para hacer creíble al joven líder supremacista.

En festivales como la Mostra de Venecia, donde 'The Order' se ha presentado en la Competición Oficial, suelen prevalecer las películas de autor que buscan la originalidad más allá de las fórmulas. Sin embargo, en ocasiones, no hay nada mejor que aferrarse a los códigos de género para pensar la realidad contemporánea. Y eso es lo que consigue Kurzel con 'The Order', un lustroso thriller policiaco que alerta al espectador acerca del camino recorrido por el fanatismo ultraconservador en la América de Trump. Aunque sería un error pensar que este problema afecta solamente a los Estados Unidos. El fantasma del supremacismo recorre el planeta con un mensaje de odio al que urge oponerse con firmeza.

Para fans del thriller policiaco con trasfondo político.