Santiago del Estero, Jueves 10
Octubre de 2024
X
Opinión y Actualidad

Crítica de "La virgen roja"

El Festival de San Sebastián acoge la presentación de 'La virgen roja', basada en una insólita historia real que catapulta a Najwa Nimri a la temporada de premios y regala a Paula Ortiz su mejor película hasta la fecha.

02/10/2024

Por Juan Pando
Para Fotogramas

La de Hildegart Rodríguez (1914- 1933) es una de esas historias verídicas en las que la realidad supera a la imaginación. Paula Ortiz logra con ella una película redonda, la mejor, hasta ahora, de su filmografía. La más concreta, aunque no renuncia a retazos de simbolismo –ese maniquí que se desquebraja poco a poco–, tan propios de su cine. El primer acierto para hacer plausible algo tan increíble es narrarlo como un cuento gótico, con su princesa, la propia Hildegart; una bruja pérfida y calculadora, doña Aurora, su madre, una superlativa Najwa Nimri en uno de los mejores, si no el mejor, trabajo de su brillante carrera, y un castillo que empieza siendo luminoso, pero que se torna tenebroso, la casa en la que viven. No faltan un príncipe azul presto a despertar los sentidos de su dama con un beso de amor –"Te quiero porque te quiero, y en mi querer nadie manda. Te quiero porque me sale de los reaños del alma", le canta–, y un hada buena, la sirvienta, magnífica Aixa Villagrán, una actriz que reivindicar.

La cámara, siempre en movimiento pero sin marear, busca la intimidad de los personajes, y los escudriña con primeros y primerísimos planos. Ortiz refleja la inquietud cultural, política y social que marcaron los convulsos años de la II República sin caer en el panfleto. La acción avanza con un guion de Clara Roquet (Goya a la Dirección Novel por 'Libertad') y Eduard Sola, que atrapa, en el que la paranoia de doña Aurora, la tensión y el terror crecen por momentos; potenciados por la notable dirección de actores, la música, la dirección de arte y una fotografía espectacular. El escalofriante caso Hildegart, muy popular en su día, se olvidó con la Guerra Civil. Lo recuperó en los años 70, en su libro Aurora de sangre, el periodista Eduardo de Guzmán, encarnado en el film por un irreconocible Pepe Viyuela, en un registro dramático inusual en él. Fernando Fernán Gómez adaptó aquel libro en 'Mi hija Hildegart', en clave de clásico drama judicial.

Ideal para descubrir un suceso histórico de modo atractivo y con suspense.