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La localidad de Tres Cerros tendrá su primer ingeniero agrónomo: la emocionante historia de Nahuel Flores

El joven santiagueño está a punto de convertirse en el primer ingeniero agrónomo de su comunidad, un logro que representa el esfuerzo, las raíces y la esperanza de un futuro mejor.

20/12/2024

En lo profundo del interior santiagueño, en la localidad de Tres Cerros, una historia de esfuerzo y superación se está escribiendo. Nahuel Flores, un joven de origen humilde, está a punto de convertirse en el primer ingeniero agrónomo de su pueblo, un logro que marcará un antes y un después en su comunidad.

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Desde muy pequeño, Nahuel mostró un interés innato por el conocimiento, aunque en su hogar los sueños de grandeza parecían lejanos. “Mi papá decía cuando era chico que yo quería ser doctor, y él pensaba que era algo muy lejano. Éramos muy humildes, para él quizás era algo imposible, pero una cosa llevó a la otra y aquí estamos”, reflexiona Nahuel, a pocos días de finalizar su carrera en la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

La educación siempre ocupó un lugar prioritario en su familia. “Siempre priorizaron a sus hijos. Nosotros somos ocho hermanos y somos originarios de Tres Cerros. A la edad de 7 años me tuve que mudar para que mis hermanos mayores pudieran terminar la secundaria. Mis padres pensaban en el progreso de nosotros, y estoy muy agradecido. Capaz a esa edad no lo pensaba, pero mi papá me contaba que yo siempre quería estudiar, era mi sueño”, recuerda con emoción.

La decisión de estudiar agronomía fue el resultado de una conexión profunda con sus orígenes. “La agronomía creo que tiene que ver con mis orígenes. Al estar rodeado de tanto campo, uno a veces no se da cuenta de cuál es su pasión, pero por algo pasan las cosas. A mí me gusta el campo, me gustan mis raíces. No hay otra cosa que desee tanto como volver a mi pueblo, a mi paraje. La universidad me abrió sus brazos, me dio la residencia y me voy a recibir. Soy un hijo de la universidad pública, con todas las letras”, afirma con orgullo.

El camino no fue sencillo. Nahuel comenzó sus estudios en 2017 y tuvo que enfrentar diversos desafíos, incluyendo las dificultades académicas del primer año y el impacto de la pandemia en 2020. “El primer año, venía del interior, me fue mal. En 2018 y 2019 me fue bien, pero nos agarró la pandemia en 2020. Somos ocho hermanos y estar encerrados con diez personas en casa se me dificultaba mucho para estudiar. Ese año no pude repuntar, pero a partir de 2022 me empezó a ir muy bien en la facultad, siempre con el sueño de volver”, relata.

Hoy, Nahuel no solo está cumpliendo un sueño personal, sino también el de su familia y su comunidad. “Todavía no caigo, y mi familia siempre me recuerda que yo soy su orgullo. Mi sueño es poder cambiar la realidad de la que vengo, tener un buen trabajo y ayudar a mis viejos. Mi deseo es salud, que mis viejos y mi familia tengan salud”, expresa con humildad y esperanza.

Cuando se imagina el futuro, Nahuel visualiza un equilibrio entre sus raíces y sus metas personales. “Me lo imagino a Nahuel dentro de unos años como soy ahora, capaz con un trabajo más estable, pero igual que hoy, siendo el que vuelve a la casa siempre por el abrazo de mi familia”.