X
Opinión y Actualidad

Crítica de "Predator: Badlands"

Un joven depredador desterrado se ve obligado a sobrevivir en un paraje desolador lleno de peligros en este nuevo episodio de una saga que busca nuevo público.

07/11/2025

Por Ricardo Rosado
Para Fotogramas

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

Fuesen mejores o peores, cuando los fans discutían sobre la floja 'Predators' (Nimród Antal, 2010) y la estupenda 'Predator' (Shane Black, 2018) partían de una base común: ambas eran películas. Dan Trachtenberg y Disney van por otro lado, saben lo que quieren y no van a parar hasta conseguirlo, o hasta que tengan que congelar su proyecto de franquicia unos años para probar suerte con una nueva generación. Lo que ocurra antes.

En la misma frecuencia que 'Predator: La presa', estrenada directamente en Disney+ en 2022, 'Predator: Badlands' juega con el universo de estos terribles cazadores para, mediante un guion de sus mismos responsables, presentarnos a un joven depredador desterrado que se ve obligado a sobrevivir en un paraje desolador lleno de peligros.

Tras un prólogo en el que conocemos más de la cultura Yautja de lo que (puede) que nunca necesitásemos saber, el protagonista se sumerge en una aventura que promete ser tan intensa como aquel brillante inicio sin diálogos de 'Riddick' (David Twohy, 2013) o la nunca bien tratada 'Monster Hunter' (Paul W.S. Anderson, 2020). La presentación del personaje de Elle Fanning, un sintético de la Weyland-Yutani que ha vivido días mejores, elimina todo espejismo de audacia y nos sumerge definitivamente en una medidísima odisea de lugares comunes que huye de los grandes errores tanto como de cualquier acierto perdurable.

Nada en 'Predator: Badlands' está mal, la química entre los dos personajes principales funciona, la mascota que les acompaña es una monada y los vericuetos de la trama llevan siendo probados desde que la cultura occidental comenzó a experimentar con la narración tradicional. Sus asépticas escenas de acción se suceden sin descanso, aportando entretenido movimiento hasta que, llegado el momento, todo acaba a un bonito cliffhanger con el que anunciar el inicio del conflicto del próximo capítulo, ya veremos en qué formato, con qué cruces xenomórficos y si se estrena en salas o en streaming. Lo que dicte el manual de la buena franquicia.

Y es que es absurdo negarle a esta producción su capacidad para distraer a la audiencia durante una hora y media, pero es una pena que la última secuela de la eterna 'Depredador' (John McTiernan, 1987) sea contenido y no una película.

Para cinéfagos con más futuro que pasado y ganas de aventuras alienígenas.