Conocé de qué especies se trata y cómo cuidarlas de forma correcta.
Noviembre es ideal para darle un nuevo aire al jardín y llenarlo de vida. En este marco, existen tres tipos de plantas para sembrar durante esta época y que llenen de color en verano.
Se trata de cosmos, caléndulas y verbenas. Crecen rápido, resisten el sol fuerte y no necesitan demasiado cuidado.
1. Cosmos
Los cosmos son perfectos para quienes quieren mucho color y poco esfuerzo. Son delicados, salvajes y súper resistentes. Tienen a su favor:
Crecen rápido y florecen desde el comienzo del verano.
Aguantan el sol pleno y el calor intenso sin problemas.
Atraen mariposas y abejas, sumando vida al jardín.
Para sembrarlo, debés poner las semillas de forma directa en la tierra, en un lugar bien soleado. El suelo tiene que ser liviano y no necesita mucho fertilizante. El riego debe ser moderado.
2. Caléndulas
Las caléndulas son las aliadas de los que recién empiezan en la jardinería. Dan flores naranjas o amarillas súper vibrantes y casi no fallan. Sus ventajas son que:
Florecen muchísimo durante todo el verano.
Soportan el sol directo y el calor.
Repelen insectos molestos y atraen polinizadores.
Van bien en tierra suelta o en macetas medianas. Se adaptan tanto a la semisombra luminosa como al sol directo. El riego debe ser frecuente, pero sin encharcar.
3. Verbenas
Las verbenas arman ramilletes compactos y coloridos que llenan macetas, bordes y canteros. Vienen en rosa, violeta, rojo, blanco y combinadas. Sus pros son que:
Resisten el calor extremo del verano.
Crecen bien tanto en macetas como en el suelo.
Florecen rápido y se mantienen activas por meses.
Necesitan un sustrato bien drenado y mucho sol (o sol suave). El riego debe ser moderado, al dejar secar un poco la tierra entre cada vez.