El precandidato a senador por Cambiemos relató la dolorosa historia que sufrió Luz cuando fue diagnosticada de cáncer a los 7 años y, luego, por un tumor a los 13.
El precandidato a senador nacional por Cambiemos, Esteban Bullrich, estuvo en el programa Debo Decir, que se transmite por América, y habló del duro momento que le tocó vivir cuando su hija mayor, Luz, hoy de 15 años, fue diagnosticada de cáncer a los 7.
El conductor del ciclo, Luis Novaresio, comenzó la charla cuando le consultó qué le había pasado por la cabeza cuando se enteró que su hija corría riesgo de vida. "Por el corazón pasaron más cosas: se te achica, se te estruja", respondió el ex ministro de Educación.
Bullrich contó que la desesperación que sentía lo llevó a navegar por Internet por las noches en busca de una respuesta. "Creía que iba a encontrar la cura del cáncer de mi hija", dijo.
El ex funcionario explicó que en esos años se acercó más a Dios, "a una esperanza que es día a día". "Empezás a entender lo enorme que es cada día. A disfrutar de tenerla ahí. De poder hablar con ella…", contó.
"Se llama Luz y siempre decimos que Dios nos regaló la sabiduría de ponerle así. Porque nos iluminó a mí, a nuestra familia", agregó, emocionado. "Dios genera estas cosas justamente para mostrarnos lo grande que es, por mostrarnos realmente lo que es…", dijo el precandidato de Cambiemos.
"Luz estuvo casi un mes encerrada en un cuarto por un autotransplante de médula. Fue el último tratamiento que tuvimos que hacer. Después estuvo casi un año en casa, no podía salir", recordó.
El milagro llegó en 2013. Es que el 1 de marzo de ese año su hija se sometió a una tomografía de rigor y le encontraron un tumor en el hígado.
Nueve días después, Jorge Bergoglio llegó al Vaticano. A través de una carta, el entonces ministro le pidió al Papa que rezara. No fue el primer contacto entre ambos: Francisco solía ser el confesor del ex funcionario en la Ciudad de Buenos Aires.
"El día 13 le sacan medio hígado. Cuando lo ve el patólogo dice: 'Es un tumor maligno'. Ahí le hacen un corte de congelamiento para ver las células malignas que tiene, para identificarlas —relató—. Cuando le hacen el corte, da negativo. Entonces le hacen tres cortes, que es inusual. Me dice: 'Mirá, visualmente es un tumor malgino, pero los cortes me dan negativo. Lo tenemos que mandar a analizar".
Los siguientes 24 días de análisis no fueron fáciles para la familia Bullrich. Cuando se conoció el resultado, decidieron viajar juntos a Roma para visitar al papa Francisco. Querían festejar. Existió en ese encuentro un intercambio entre su hija y el Sumo Pontífice. "Recé mucho por vos", dijo Francisco. "Y yo recé mucho por usted", respondió la menor.
"Yo empecé a llorar como ahora y no paré. No me acuerdo nada de la conversación que tuvieron Luz, María Eugenia y Francisco, que fue de 20 minutos. No me acuerdo nada. Estaba como toda la descarga de ese corazón estrujado de verla a Luz ahí", concluyó Bullrich.