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Revista

Fracasan las ventas del "Viagra femenino"

Se vende en EE.UU desde agosto. Pero pocas mujeres se acercaron a consultar. El alto costo, entre las posibles causas.

17/11/2015

Más de medio millón de hombres obtuvieron recetas de Viagra en el primer mes del medicamento en el mercado en 1998. "El número de prescripciones de Addyi, la píldora que aumenta la libido de las mujeres, en sus primeras pocas semanas, 227. Creí que iba a tener un enorme éxito", dijo Stephanie Faubion, directora de la Women's Health Clinic de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. "Hubo unas pocas consultas, pero hasta ahora ninguna prescripción".

Addyi, fabricada por Sprout, una división de Valeant Pharmaceuticals International Inc., fue un medicamento controvertido aun antes de llegar al mercado estadounidense el 17 de octubre. La píldora ofrece una ayuda significativa a solo cerca del 10% más de pacientes que un placebo, y presenta el riesgo de graves efectos colaterales, entre ellos presión sanguínea demasiado baja y desmayos. Para minimizar estos posibles problemas, se supone que las mujeres deben abstenerse del alcohol mientras toman la píldora diaria.

"Hubo mucho escepticismo sobre esta droga en particular, tanto por parte de las mujeres como de sus médicos", dijo Alina Salganicoff, vicepresidenta y directora de programas de salud femenina en la Kaiser Family Foundation de Menlo Park, California.

La Administración Nacional de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) rechazó dos veces a Addyi y la aprobó el 18 de agosto a condición de que los médicos obtuvieran un certificado para prescribirla, de manera de garantizar que comprendieran los riesgos y pudieran aconsejar a las pacientes con respecto a ellos. Esto requiere una capacitación online que toma cerca de 10 minutos completar. El certificado es una salvaguarda adicional de la FDA para asegurar el uso apropiado de medicamentos particularmente riesgosos.

Fuerza de ventas

Sprout cuenta con una fuerza de ventas de cerca de 150 representantes y un equipo de atención médica que ayuda a capacitar a médicos y farmacéuticos sobre el uso seguro de la píldora, dijo la máxima responsable de la empresa Cindy Whitehead en una declaración enviada por correo electrónico.

Addyi fue aprobada para mujeres premenopáusicas con el trastorno de deseo sexual hipoactivo, de manera que la baja libido debe ser causada por el trastorno y no por una condición psiquiátrica o por problemas en la relación. La restricción de alcohol parece ser un disuasivo para las mujeres que llegan a preguntar por la píldora.

Además, el hecho de que Addyi no funcione como las píldoras para la disfunción sexual masculina puede desalentar a las mujeres.

Medicamentos como el Viagra, de Pfizer Inc., y Cialis, de Eli Lilly Co., que entre ambos han tenido ventas de US$3.980 millones el año pasado, ayudan a los hombres que no pueden obtener una erección al aumentar el flujo de sangre al pene. Addyi es similar a un antidepresivo, apunta a neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina que comunican la información a través de la mente y el cuerpo y pueden afectar el humor.

Píldora diaria

El costo puede ser un tema en el caso de Addyi. Sprout no quiso dar un precio, pero la farmacia de la Women's Health Clinic vende el medicamento a razón de US $26 por píldora, dijo Faubion, la directora de la clínica. Es un precio aproximado al del Viagra, pero Addyi debe tomarse a diario, de modo que el costo mensual es de cerca de US$780.

"Tuve la corazonada de que podría ser un fiasco", dijo Thea Cacchioni, socióloga de la Universidad de Victoria en la Columbia Británica, quien recientemente publicó un libro, "Big Pharma, Women and the Labour of Love" ("Las grandes farmacéuticas: las mujeres y el trabajo de amar", en traducción libre).

De hecho, vale la pena revisar la idea de que un bajo deseo sexual sea un problema, agregó la autora, porque pasa por alto la variedad de la sexualidad humana. "Es realmente una idea reciente que debamos tener un deseo sexual fuerte todo el tiempo», dijo Cacchioni, que declaró contra la aprobación de Addyi ante la FDA en 2010 y este año. "Ahora sentimos mucha presión si no alcanzamos el tipo de hipersexualidad que vemos en los medios". En realidad, dice, "el deseo es demasiado abstracto como para medirlo".