Un 4 de noviembre, pero de 1967, el santiagueño remató con potencia y la metió en un ángulo, para que Racing se transforme en el primer equipo argentino campeón del mundo.
Hace 45 años, el pueblo de Racing y la mayoría de los argentinos, gritaron un gol al unísono: el histórico "zapatazo" de Juan Carlos `El Chango` Cárdenas, que le permitió a nuestro fútbol lograr el primer título mundial de clubes, la Copa Intercontinental, en la victoria por 1 a 0 frente al Celtic Glasgow de Escocia, en Montevideo, Uruguay.
Este domingo, entonces, se cumple un nuevo aniversario de la mítica conquista y, para celebrarlo, Racing Club organizará una maratón de 5 kilómetros que partirá desde el estadio y recorrerá las calles de Avellaneda, destinada a recaudar fondos para el predio de inferiores `Tita Matiussi`.
Fue una tarde calurosa de sábado, aquella del 4 de noviembre de 1967, cuando numerosas familias argentinas se reunieron a ver la transmisión del partido, que tuvo algunos cortes, en esos televisores de voluminoso porte, muchos de ellos dotados de un curioso aditamento que se llamaba ‘estabilizador’ destinado a sortear las caídas de tensión de la época.
Justamente, el relato de ese partido estuvo a cargo de Horacio Aiello, fallecido en el 2001, y que había adoptado la muletilla de "a la izquierda de su pantalla señora", para señalar desde dónde se tiraban los `corners`.
Ese tercer partido decisivo (habían ganado cada equipo su partido de local) se jugó en el estadio Centenario de Montevideo y ante mucho público uruguayo, que se inclinó más a favor del lado escocés que del de la ‘Academia’, porque Racing le había ganado ese mismo año la Copa Libertadores a Nacional de ese país.
Lógicamente, la expectativa por ese encuentro entre Racing y Celtic fue muy grande.
El fútbol argentino venía de la desazón que significó en 1966 la eliminación del Mundial de Inglaterra, en cuartos de final ante el país organizador y con la expulsión del mediocampista Antonio Rattín por el árbitro alemán Klein.
Aquel Racing, conocido como `El equipo de José` (por su DT Juan José Pizzutti), era un conjunto nacido desde la humildad y el trabajo, que amalgamó la veteranía de jugadores como Humberto Maschio y Juan Carlos Rulli, con las ansias juveniles y el temple de Roberto Perfumo, Alfio Basile, Agustín Cejas, Rubén Díaz, para concentrar las esperanzas no sólo de los hinchas de Racing sino de la gran mayoría del pueblo deportivo.
Eran épocas duras para los argentinos con la presidencia de la Nación a cargo del general Juan Carlos Onganía, quien había derrocado al gobierno constitucional del radical Arturo Illia en nombre de una autoproclamada ‘Revolución Argentina’.
El ‘Onganiato’ se hizo sentir con un duro plan económico, pero también se destacó por la intervención a las universidades, la clausura del parlamento, la prohibición de los partidos políticos y, además, impuso una curiosa ‘moral’ por la que hasta los jóvenes de pelo largo fueron rapados en las comisarías de la época.
El cine fue objeto de una estricta censura en la que oscuros funcionarios afilaron también sus tijeras para efectuar cortes en aquellos films que no consideraron aptos para la ‘moral’ y las ‘buenas costumbres’.
A pesar de ello, las salas cinematográficas se colmaron de público con estrenos como `El Graduado` (Dustin Hoffman), `Descalzos por el parque` (Robert Redford), `El Romance del Aniceto y la Francisca`, dirigida por Leonardo Favio, o `La señora del intendente` (Isabel Sarli).
En el orden deportivo, una de las mayores alegrías fue la victoria de Oscar ‘Ringo’ Bonavena, quien ya se perfilaba por sus características para ser ídolo, ante el alemán Karl Mildenberger, primero en el ranking mundial.
En definitiva, ese fue el contexto en que los argentinos esperaron el trascendental partido de Racing (campeón de la Libertadores 1967) y el Celtic (ganador de la Copa de Campeones de Europa 1966-67), por la octava Copa Intercontinental.
Atrás habían quedado dos intentos frustrados de Independiente por obtener ese logro, en sendas finales ante el Inter de Milán de Helenio Herrera, en 1964 y 1965.
Racing jugó el primer partido por la Intercontinental de 1967 en Escocia en el Hampden Park y fue derrotado por 1 a 0, ante cien mil espectadores, el 18 de octubre, con gol de William Mac Neil.
En tanto, en la revancha jugada en Avellaneda, el 1 de noviembre, la ‘Academia` se impuso 2 a 1 con goles de Cárdenas y Néstor ‘Toro’ Raffo, mientras que Tommy Gemmel, de penal, había abierto el marcador del partido para los escoceses.
Así, debieron jugar aquel memorable tercer partido en el que abundaron las rispideces por parte de ambos equipos, lo que motivó al árbitro paraguayo, Rodolfo Pérez Osorio, a expulsar rápidamente a Basile de Racing y Robert Lennox y Jimmy Johnstone del Celtic.
Empero, a los 11 minutos del segundo tiempo, y con el marcador igualado en cero, llegó la histórica y trascendental jugada.
Cárdenas recibió de Rulli aquella pelota de gajos negros y blancos, a unos 35 metros del arco, y, tras ver el claro, clavó un "zapatazo" de zurda que se le metió en el ángulo izquierdo del arquero Sean Fallon para delirio del pueblo racinguista.
Aquellas imágenes de la transmisión, en blanco y negro, con los gritos de Aiello de “Cardenaaas, gol de Racing”, fueron repetidas hasta el cansancio en programas deportivos, y muchas veces los hinchas ‘académicos’, acostumbrados a los sufrimientos, habrán pensado: “¿Y si ahora se va afuera…?”.
Pero no. Ese gol ya forma parte de la gloriosa e imborrable historia del equipo de Avellaneda, como la serie de títulos del amateurismo, la que llevó a declarar a Racing como el heredero del glorioso Alumni.
Como el tricampeonato de 1949, 1950 y 1951; los títulos del `58 y el ’61; el campeonato de 1966 con los 39 partidos invicto; la Supercopa de 1988 de la mano del ‘Coco’ Basile como DT; y el último título del Apertura 2001, tras 35 años de ‘sequía’. ¡Feliz cumpleaños histórico "zapatazo"!.