Acoso callejero. Representantes de la moda y la belleza santiagueña opinaron sobre los piropos.
YOANA DON
Miss Mundo Argentina
“No me gusta ser un objeto”
“En la sociedad que vivimos se privilegia la belleza física, se valora lo superficial y se deja de lado otros aspectos. A partir de allí se dicen cosas increíbles. Muchas veces resulta hasta denigrante escuchar esos piropos hirientes. Muchas veces, da miedo salir a la calle por la forma violenta en que lo expresan. Hay veces que no salgo porque los hombres te hacen sentir como ese objeto del deseo. A mí no me gusta ser ese objeto del deseo. A pesar de todo hay personas que sin querer te arrancan una sonrisa”.
MARÍA FLORENCIA GEREZ,
licenciada en comunicación social
“Es una forma
de cosificar
a la mujer”
“Creo que desde que tengo 12 años que cada vez que salgo sola tengo que soportar que algún ‘hombre’ me diga algo por la calle. Situación que en un principio se convirtió en un problema, porque era muy chica y no entendía por qué un albañil, un policía, un quiosquero o cualquier varón que cruzaba en la vía pública, me podía decir obscenidades y faltarme el respeto. Porque a diferencia de lo que considera el género masculino, los ‘piropos’ no son un halago, sino una forma de acoso verbal. Por más de que algunos no sean desubicados, igualmente resulta ofensivo e irritante. Al menos desde mi punto de vista.
El problema reside también en que los “piropos” son una forma de cosificar a la mujer, de verla como un objeto sexual. Entonces nuestro cuerpo pasaría a ser una suerte de propiedad pública, del cual todos pueden opinar. Disculpen, pero esto no es así. Las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo y tenemos derecho a transitar tranquilas por la vía pública.
Creo que debemos dejar de agachar la cabeza cada vez que somos víctimas de este acoso callejero. Principalmente porque no es un delito ser mujer, para sentirnos menos y permitir que cualquier hombre nos diga lo que quiera. Apoyo las campañas de concientización que se están haciendo al respecto, y sostengo que de a poco se debe ir cambiando el paradigma, para dejar de tomar como algo normal y natural a estas agresiones verbales que mucho se alejan de ser un halago”.
VIRGINIA PALAZZI,
conductora televisiva
“Son una falta de respeto, más allá del contenido”
“El tema de los piropos trae algo encubierto porque por un lado no se lo reconoce como un abuso a los derechos de la intimidad de las mujeres, y por el otro, dependiendo del tenor del piropo puede generar algún tipo de agresividad. En mi opinión cualquier tipo de piropo callejero es en cierta forma una falta de respeto hacia las mujeres. Y no tiene que ver con el contenido en sí, porque así como te dicen cosas lindas, hay otras veces que te sorprenden con piropos totalmente ofensivos, que rozan el borde de lo sexual y no está bien. Los hombres creen que tienen el derecho de poder decirte lo que quieran”.
LISA MONTAÑO ORTiZ,
modelo colombiana
“Te hacen sentir culpable de tener una figura esbelta”
“Tengo una cola prominente, unos labios carnosos y una cintura de avispa. Y por tener esta figura me han dicho las cosas más vulgares que pueda haber escuchado en mi vida. No es lo mismo que te digan hola, hermosa ¿cómo estás? a escuchar improperios. Me gusta que me digan piropos, pero no al extremo de las obscenidades escuchadas. Muchas veces, la sociedad te vuelve culpable por el hecho de que una tenga una figura esbelta. Y eso no debe ser así”.
CAROLINA YANUZZI,
Miss Argentina
“Los de los albañiles son los más graciosos”
“Por lo general los piropos son agradables. Por suerte, piropos desagradables no he recibido. El de los albañiles son los más graciosos que he escuchado. Si bien algunas de esas manifestaciones pueden incomodarte, yo las tomo con calma. Todo bien, gracias a Dios. Escucho esas expresiones de galantería y me llaman la atención”.
DRA. AÍDA FARRÁN SERLÉ,
Fiscal
“Las guasadas forman parte de
cómo estamos”
“Los piropos no me parecen un acoso. No lo tomo así, lo tomo como una falta de respeto, e incluso hay piropos que son bonitos, que halagan. Y otros que son atrevidos, propio de gente maleducada. Una persona al pasar que diga una guasada, forma parte de cómo estamos como sociedad, en que estamos todos guasos. No lo tomo como un acoso. Esa es mi concepción. Para que haya acoso tiene que tener una habitualidad, ser algo reiterativo, constante, proveniente de una persona que me produzca incomodidad, una sensación de inquietud, que me limite en alguno de mis sentidos para que pueda desarrollarme normalmente”.
MERCEDES VIAÑA,
Miss Santiago Y Miss
Internacional
“No me gusta cuando te agreden”
“No me gusta cuando te agreden. Esos piropos son los que me molestan, como a cualquier mujer. Esa forma de acoso callejero es lo que me incomoda. Si no son atrevidos no me molestan. A veces, una, después de un día intenso de trabajo, escuchar una cosa linda que te dicen en la calla es halagüeño. Mi condición de modelo me expone. Y son increíbles los piropos que escucho de los hombres. Si me dicen algo lindo, me da gracia. En cambio, cuando alguien explota con vulgaridades, ni le presto atención. Una vez, un hombre mayor, que iba con su hija, me hizo una mirada y me dijo cosas que realmente te hacen pensar en qué sociedad estamos”.