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Mundo

Pueblo de España declara oficial la siesta y prohibe los ruidos molestos

Ador, localidad valenciana de 1.400 habitantes, es zona libre de ruidos y estridencias durante la hora de la "sagrada siesta". 

22/07/2015

Su alcalde, Joan Faus, dictó al inicio del periodo estival un bando para “garantizar el descanso de todos y poder sobrellevar mejor los rigores del verano”. Así, entre las dos y las cinco de la tarde, horas en el que un inclemente sol cae a plomo en este pueblo mediterráneo, se ruega paz y silencio. “No es una imposición, es una recomendación”, matiza Faus, sorprendido por la expectación que ha provocado el bando dentro y fuera de España.

La orden no es nueva, sobre todo en una localidad de raíces agrícolas. “Ador es una zona naranjera y en estas fechas hay mucho trabajo en los huertos. La gente se levanta al alba para trabajar en el campo y a mediodía regresa a casa, huyendo de las altas temperaturas [que ayer rondaban los 36 grados]. Quienes madrugan aprovechan la siesta para descansar y recuperar energías. De ahí, el bando", aclara el regidor, un profesor jubilado de 67 años. Los bares, comercios y hasta la piscina municipal cierran sus puertas a mediodía. No se ve un alma por las calles y el silencio es atronador.

No todo el mundo ha entendido el bando, sobre todo fuera de España, dice preocupado el regidor. “Los ingleses alucinan. Interpretan que no tenemos ganas de trabajar. Y no, en absoluto. No se trata de eso”, defiende la primera autoridad de Ador. El alcalde enumera los beneficios de la tradicional siesta, que tantos fieles tiene en España. Insiste en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera saludable un sueñecito de 20 o 30 minutos en mitad del día. Y lo que valora por encima de todo; preserva a los más mayores y a los pequeños, la población más vulnerable, de los peligrosos golpes de calor. Faus predica con el ejemplo y hace la siesta “cuando puedo”.