Fue una estrella del circo, pero a los 16 años lo dejó para tener una vida normal.
En el 2016 puede sonar fuerte decirle "niña camello" a alguien. Ni siquiera es una cuestión de "corrección política", tiene que ver con el respeto hacia la otra persona.
Pero cuando Ella Harper era famosa, todo el mundo la conocía como "la niña camello", sobrenombre que la volvió una de las atracciones principales del circo en el que trabajaba.
Hay que recordar que a fines del siglo XIX y principio del XX, la gente que nacía con malformaciones se ganaban la vida siendo freaks del circo, un lugar en donde la gente pagaba para ver a estas "aberraciones de la naturaleza".
Pese a todo, Ella llevó una vida bastante plena, se casó, estudió y vivió varios años felices.
Pero su vida no fue fácil. Ella Harper nació en 1870 en Tennessee, Estados Unidos. Su hermano gemelo murió al poco tiempo, y sus padres pensaban que ella moriría en breve, ya que veían su anormalidad en las piernas y tenía una apariencia débil.
Ella nació con una extraña condición congénita, por la cual sus rodillas se doblaban al revés y eso la obligaba caminar en cuatro patas. Pese a las dificultades, ella mostró siempre una sonrisa hermosa.
Lejos de deprimirse, ella era inteligente, perspicaz y tenía mucho sentido del humor. Su destino sólo podía ser el mundo del circo y fue la compañía WH Harris la que la contrató.
Era solo una niña cuando entró en ese mundo y no tardaron en anunciarla como "El más maravilloso fenómeno de la naturaleza jamás visto".
Cientos de personas viajaban largas distancias para verla y cuando la exhibían solían ponerla al lado de un camello.
Por esa humillación cobraba 200 dólares por semana, un negocio que claramente a ella no le interesaba ya que a los 16 años dejó el circo.
Los diarios levantaron la noticia. Elle Harper quería irse, estudiar, tener una vida normal. Y el mundo la aceptó. Tras terminar sus estudios, Ella se casó a los 25 años con Robert L. Savely, un maestro de escuela.
Ella y su esposo perdieron a una niña al poco de nacer a la que habían llamado Mabel y decidieron adoptar a un niño que falleció 3 años después.
La pareja siguió unida hasta que Ella falleció a los 50 años, por un cáncer de colon. Hoy se la recuerda como una mujer valiente, que supo superar la adversidad alzar su voz siendo una adolescente para decir basta, para dejar de ser la "niña camello" y llevar adelante la vida que quería.