El boxeo santiagueño, una historia de lucha y sacrificio

Santiago del Estero vivió momentos muy especiales hace tiempo con el boxeo. Los púgiles santiagueños llegaron a demostrar su coraje y valía en diferentes cuadriláteros alrededor del mundo e incluso uno de ellos siendo campeón del mundo. Un informe especial de Noticiero 7 cuenta la vida de grandes exponentes del deporte de los puños.

"Hay varias épocas buenas del boxeo santiagueño. Se practicaba en el Gimnasio Escolar, en el Inti Club, en Estudiantes Unidos, en el Centro Recreativo. Había muchos boxeadores y muy buenos", recuerda Emilio García.

Quien además se caracteriza como un boxeador "guapo, con un estilo especial que me llevó a pelear mucho. Antes había mucho amor propio y se peleaba más. Cada uno tenía un estilo especial. Ahora no hay tantos".

Por su parte, Cayetano Regatuzzo cuenta con nostalgia cómo fueron aquellos momentos. "Formé parte de la época de oro del boxeo santiagueño. Fui campeón santiagueño profesional y luego luché con grandes boxeadores argentinos. Fueron muchas peleas. Era el más fuerte pegador del noroeste argentino. Subía a pegar y a no dejarme pegar".

En tanto, recordó una gira que podría haber cambiado su vida y su carrera. "Elegí el boxeo por la miseria. No tenía otro laburo. Me querían llevar a Las Vegas, un mánager me decía que estaba para más, que allá le iba a mandar plata a tu papá. Yo le pedí que lo hable, que le pida permiso. Mi papá era un siciliano que vino en la segunda guerra mundial y no iba a aflojar así nomás".

"Me salió una pelea en Florida. Tenían dos futuros campeones del mundo. Les gané por nocaut a los dos. Allá me llaman y me dicen que me quede hasta fin de año. Estaba en enero. Tenía 19 años y antes la palabra de los viejos era sagrada. Me quedé aquí por mi papá", reveló Ragatuzzo.

A diferencia de otros púgiles, él recuerda con dolor el deporte y se arrepiente de haberlo elegido. "No volvería a elegir el boxeo. Yo no pensaba que era tan duro. Subía al ring y no sabía como me bajaba. Y la gente quiere ver sangre".

Por su parte, Roberto Villalba fue otro de los grandes representantes del deporte en Santiago del Estero. Fue el único boxeador de la provincia en llegar a los Juegos Olímpicos. También contó cómo se inició. "En 1978 vendíamos artesanías con mi papi. Pasamos por el Pasaje Lascano y vi que estaban boxeando. Ahí le dije a él que me gustaba. Empecé a entrenarme allí y tuve la suerte de que se disputó el campeonato en la Federación de Boxeo de 1984. Fui ganando combates y llegué a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles".

Para muchos el máximo exponente del boxeo de Santiago del Estero fue Juan Domingo Córdoba. El Panza. Fue campeón del mundo de la Organización Mundial de Boxeo al derrotar a Melchor Cob Castro en la categoría Mosca el 17 de enero de 1998.

Él también cuenta su historia. "Somos una familia de boxeadores. Fue mi papá, después mi hermano José y le seguí yo. Mi me decía que el mejor regalo que le podíamos dar era subirnos al ring al menos a darle una pelea".

"Cuando empecé a entrenarme con el apoyo de mi papá me di cuenta de que podía llegar. Logré ser campeón del mundo y soy tan tonto que ni cuenta me doy", amplió.

En tanto, también criticó la actualidad del deporte en el país. "Para mí el boxeo esta mal. Falta hambre de gloria. No hay malos boxeadores, pero cuando son noticia por primera vez en lugar de mirar y pegarle a la bolsa están atentos a ver si alguien los observa entrenar".

Por último Eduardo "Cirujano" Morales, otro de los santiagueños que peleó por un título mundial, revivió sus grandes momentos. "Lo que viví y lo que vivió Santiago del Estero conmigo fue especial. Todavía me lo recuerdan en la calle. Fui uno de los últimos boxeadores de la provincia en los que se depositaba una esperanza, porque Santiago no tenía un noqueador como yo".

Morales es recordado por tener un récord de 11 nocauts en el primer round. "Después de mí no hubo otro boxeador santiagueño explosivo, comercial como se busca o necesita", contó el Cirujano.

Morales se presentó en el Madison Square Garden de Nueva York para enfrentar a Shane Mosley por el título de la categoría Liviano de la Federación Internacional de Boxeo. Fue un 22 deseptiembre de 1998 en donde cayó por nocaut en el quinto round.

"Hoy todavía veo esa pelea, la analizo y ahora encuentro los secretos para poder ganarle a Mosley. Volvería el tiempo atrás para esa pelear. Él fue mejor que yo, era muy veloz en su cabeza, no solo en sus manos. Estaba en otro nivel", recordó.

El Cirujano cuenta qué significó el boxeo para él. "Gracias al boxeo ganaba en las artes marciales, siendo campeón sudamericano de la mano de Luis Gerez. El boxeo me abrió la mente, me enseñó el arte de pegar y no dejarse pegar. Si pudiera volver en el tiempo elegiría siempre al boxeo".

En tanto habló del flojo momento que vive el boxeo. "Creo que hoy no hay sacrificio. Los nuevos boxeadores no tienen ese sueño de querer llegar lejos o ser campeones del mundo. Mi inspiración fue ver a Juan Domingo Córdoba, crecer junto con él".