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Salud privada y el coronavirus: "Hoy hay camas y respiradores, pero si se contagia el personal no hay cómo reemplazarlo"

Así lo manifestó el titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Santiago del Estero y presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Salud, Aldo Yunes. "La pandemia desnudó el desfinanciamiento y las carencias de un sector que viene golpeado desde los 90", dijo.

23/08/2020

Hoy el sector privado de la salud en Santiago del Estero cuenta con 231 camas de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y de Cuidados Especiales (UCI) para tratar casos de Covid-19, con 60 respiradores, en las 27 clínicas y sanatorios ubicadas 18 de ellas en Capital y La Banda, mientras que las restantes en el interior.

Así lo manifestó el titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Santiago del Estero, Aldo Yunes, quién sin embargo advirtió que el recurso humano al que definió de alta calificación, es limitado. “Si se contagia el personal, un médico o una enfermera no hay cómo reemplazarlo”.

“Los médicos terapistas son pocos en Santiago, y ¿qué pasa si se llegan a enfermar? Hay un gran dilema con eso”, expresó. “Eso me lleva a una primera conclusión, que es que la salud no es solo infraestructura, sino también recursos humanos que es más valioso”, se explayó.

En el contexto epidemiológico actual, hizo una pregunta retórica sobre la capacidad de las clínicas y sanatorios privado: “¿Si llega a seguir este ritmo de contagios puede llegar a saturar?, y seguramente sí. Lo que tiene la cuarentena es limitar esos contagios, pero el contagio en algún momento va a llegar”.

No obstante, aclaró que “ningún sistema de salud, ni el de Estados Unidos, ha podido resistir. Esto no es una falencia de la Argentina ni de Santiago, es que no estamos preparados para que todos nos enfermemos al mismo tiempo”.

Al respecto, remarcó que es importante la articulación entre los sectores público y privado de la salud. Puso como ejemplo que “desde Aclise estamos trabajando desde hace tiempo en colaboración con el Ministerio de Salud, para tratar de armar redes integradas de servicios de salud (Riss), para nivelar la demanda de hospitales”.

“Esto es importante, porque en Santiago del Estero del 100% de la población, menos del 50% tiene cobertura de obra social. O sea, más del 50% no tiene cobertura y necesariamente tiene que ir al hospital. Y a dónde va esa cobertura, si encima le sumas una patología pandémica como el coronavirus, realmente te colapsa cualquier sistema”.

Además, indicó que esta articulación también se hace más necesaria teniendo en cuenta que ambos sistemas, el público y el privado, comparten el mismo recurso. “Aquí, en Santiago, más que nunca como toda provincia, al igual que el NOA, está el pluriempleo. No solamente médicos, sino enfermeras que hacen doble turno como los médicos también que van al hospital después a su consultorio en una clínica privada o sanatorio. Eso es una realidad, histórica, quizás de aquí a unos años cuando la población crezca y haya otra dimensión de escala económica, ya se pueda sectorizar como en Córdoba. Esto me lleva a una segunda conclusión: que sin salud no hay desarrollo económico posible”, juzgó.

Esta deducción llevó a Yunes a adentrarse a una problemática que la pandemia también desnudó: el gran desfinanciamiento del sistema privado de salud, un fenómeno que data de la década del 90 y que afecta a todo el país.

El titular de Aclise y también presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Salud (Caes) rescató que “cada sanatorio ha debido hacer inversiones extra, para hacer áreas de aislamiento” y que aplica un protocolo para el tratamiento de casos Covid-19 y al mismo tiempo, garantizar una prestación para las demás patologías. “Es bueno llevar tranquilidad a toda la población de Santiago, donde todos los sanatorios han cumplido con la normativa dictada por las autoridades sanitarias y están en condiciones de atender a los pacientes”, indicó. Y precisó que “hoy en este momento, hay solamente tres sanatorios que tienen pacientes internados con Covid, informados oficialmente”.

Lo que sí -profundizó- no podemos garantizar lamentablemente, es que las camas sean las suficientes. Por ahí vas a un sanatorio y no hay. No hay camas porque hubo una gran desinversión de la salud. El sector privado profundamente desfinanciado, es una situación histórica, que viene desde hace tres décadas: la seguridad social que es la que mantiene la salud, viene del impuesto al trabajo, así como todos los trabajadores aportan a las obras sociales, eso es una suma fija, en base a sueldos. Pero por otro lado hay insumos dolarizados que han subido mucho más, se ha encarecido la tecnología de alta complejidad, todo eso subió mucho más que los sueldos”, continuó.

Yunes dijo que ese proceso llevó a que se generara “un desfasaje: la presión de costos, versus los ingresos que han tenido los sanatorios. Eso ha hecho que muchos sanatorios vayan cerrando, algunos no se amplíen o los que quedan, se vayan deteriorando. Viendo los archivos de la Aclise, en el 94, en Santiago había 38 sanatorios, hoy hay 27. Es decir, 11 han desaparecido”.

Por eso, en el actual contexto de pandemia, la Aclise remarcó la importancia de las ayudas del Gobierno nacional como por ejemplo el ATP, “para que el sector privado no decaiga. Es muy importante que se pueda sostener el sistema en esta adversidad. Si el sistema público colapsa y el sistema privado desaparece, la población quedará totalmente indefensa”, advirtió.

Y concluyó: “Eso nos debería llevar a una reflexión profunda de si como sociedad, como país, estamos dispuestos a poner como prioridad a la salud”.

El sanatorio Alvear se mantiene cerrado y en desinfección

La pandemia también golpeó al sector privado de la salud, tanto a nivel de contagios como de caída de ingresos debido a las restricciones lógicas por los protocolos de prevención.

“También nos afecta. De hecho hay un servicio dentro de un sanatorio, el Alvear, que es el San Pau, cuyo médico que también lo es de Central Córdoba, fue hisopado positivo. En este caso se tuvo que cerrar el sanatorio porque había personal contagiado, no es que se cerró per se, sino que no había quién continúe el servicio”, reveló Aldo Yunes.

Precisó que el sanatorio Alvear se cerró el día 18 y que continúa a la fecha en esa condición, por tareas de sanitización y desinfección.

A la vez, a partir del “caso 41”, el titular de Aclise indicó que se aplicaron restricciones vigentes, “incluso a desmedro de lo que significa la facturación de los sanatorios, merman recursos y los costos siguen siendo los mismos. Pero uno sabe que se está pensando en un bien colectivo, tratando que nadie más sufra esa enfermedad. Son medidas que uno las tiene que tomar en esta adversidad para el bien común”, rescató.