El país recuerda un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Los actos se realizan de manera virtual por las nuevas restricciones. ¿Por qué la celebración se vincula siempre a la tradición de comer locro?
Este martes 25 de Mayo el país celebra una nueva fecha patria. Feriado en toda la Argentina, la importante fecha llega con una tradición que se mantiene año tras año: comer locro.
Pero, ¿cómo nació esta costumbre bien argentina?
El locro es un plato tradicional de Argentina. Se trata de un guiso hecho con maíz blanco, porotos, tripa gorda, chorizo criollo, cebolla blanca, calabaza, papa, cuerito de cerdo, chorizo colorado, pechito de cerdo, panceta, apio, puerro, ajo, falda y morrón.
Su origen se remonta al norte del país entre los indios Quechuas que lo llamaban “luqru” o “rucru”. En sus orígenes se usaban pocos ingredientes y en la actualidad su preparación depende de la zona en donde se esté: lo único invariable es su base vegetal y el procedimiento de cocción.
Antes de 1820 el locro era habitual en provincias como Salta, Tucumán, Córdoba y el norte de Santa Fe, pero no existen registros que se consumiera en Buenos Aires. La razón por la cual se introdujo en la capital del país es por la ola inmigratoria que llegó a finales del siglo XIX, esta hizo que el Gobierno de la época debiera construir una identidad nacional que incluyera tradiciones y un relato histórico que envolvió estas comidas, entre otras cosas.
Con el correr de los años se convirtieron en una costumbre que no puede faltar en ninguna mesa y que forman parte de la identidad argentina, aquella que comenzó a tejerse en ese 25 de mayo de 1810 y que 211 años después sigue intacta.