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Mayo de 2024
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Saturno podría estar ocultando restos de una antigua y masiva luna en sus anillos

Los icónicos anillos de Saturno podrían ser los restos de un satélite que se estrelló contra el planeta hace 160 millones de años y también causó su inclinación, sugiere un nuevo estudio.

25/10/2022

¿Una única luna aclararía algunos de los misterios que encierra Saturno? La hipótesis de una antigua y masiva luna que habría chocado contra el planeta de los anillos podría explicar algunas cosas sobre este mundo que siguen sin estar del todo claras.

Los anillos de Saturno, aparte de ser espectaculares, parecen sorprendentemente jóvenes, con apenas 150 millones de años más o menos. Si los dinosaurios tuvieran telescopios, podrían haber visto a Saturno sin anillos.

Girando alrededor del ecuador del planeta, los anillos de Saturno son un claro indicativo de que el planeta está girando con cierta inclinación. Concretamente, este gigante gaseoso gira en un ángulo de 26,7 grados en relación con el plano en el que orbita alrededor del Sol. Los astrónomos han sospechado durante mucho tiempo que esta inclinación se debe a las interacciones gravitatorias con su vecino Neptuno, ya que la inclinación de Saturno avanza, como un trompo, casi al mismo ritmo que la órbita de Neptuno.

¿Es así?

Una nueva investigación, que recoge la revista Science, apunta a otra hipótesis. El equipo propone que Saturno, que hoy cuenta con 83 lunas, una vez albergó al menos una más, un satélite adicional al que llaman Chrysalis. Esta otra luna habría orbitado Saturno durante varios miles de millones de años, tirando del planeta de una forma que le obligaba a mantener la oblicuidad" en resonancia con Neptuno. Pero, ¿y si hubiera desaparecido esta luna?

Una luna perdida

¿Por qué ya no la vemos? El caos orbital resultante de esta situación podría haber llevado a la desaparición de la luna, destrozándola para formar los anillos icónicos que rodean el planeta hoy día, sugieren los científicos. (Lo que explicaría por qué los anillos solo tienen unos 100 millones de años, más o menos, muchísimo tiempo después de que se formara el resto del sistema solar).

“Nos gusta porque es un escenario que explica dos o tres cosas diferentes que antes no se pensaba que estuvieran relacionadas”, dice el coautor del estudio Jack Wisdom, científico planetario del MIT. "Los anillos están relacionados con la inclinación, ¿quién lo hubiera adivinado?".

¿De qué tamaño era?

El equipo realizó cientos de simulaciones, cada una con condiciones iniciales ligeramente diferentes, del sistema de Saturno, incluida esta luna hipotética, llamada Chrysalis. Descubrieron que este escenario encajaba a la perfección.

Los científicos supusieron que la inclinación del eje de Saturno podría verse afectada por la pérdida de una luna, ya que esto la habría eliminado de su resonancia con Neptuno. El evento habría empujado a Saturno fuera de resonancia, disminuyendo su inclinación axial. Para dar lugar a estos fenómenos, la hipotética luna número 84, Chrysalis, tendría que haber sido del tamaño de la tercera luna más grande del planeta, Jápeto.

El satélite en cuestión habría experimentado una serie de encuentros cercanos con Jápeto y Titán, y finalmente se acercó demasiado a Saturno hace unos 160 millones de años. La colisión destrozó a Chrysalis, lo que permitió que Saturno y Neptuno perdieran resonancia al desaparecer la influencia gravitacional de la luna. Esto es, la pérdida de la luna le permitió al planeta escapar de la resonancia. Una pequeña fracción de la masa de Chrysalis permaneció suspendida en órbita, descomponiéndose en trozos helados y formando anillos de escombros.

"Es una historia bastante buena, pero como cualquier otro resultado, tendrá que ser examinada por otros", explican los autores. "Pero parece que este satélite perdido era solo una crisálida, esperando su inestabilidad".

Que los anillos de Saturno estén hechos de una antigua y masiva luna podría explicar también su inclinación axial y la extraña órbita en rápida expansión de su luna más grande, Titán.

Saturno, en cifras:

Distancia al Sol: 1.434 billones de km

Período orbital: 29 años

Superficie: 42.700 millones de km²

Radio: 58.232 km

Masa: 5,683 × 10^26 kg (95,16 M⊕)

Duración del día: 0d 10h 42m

Lunas: 83 formales e innumerables lunas adicionales