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Abril de 2024
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Bancos de Estados Unidos inyectan 30.000 millones de dólares en el First Republic para evitar su quiebra

Entre ellos se encuentran gigantes como JPMorgan y Bank of America, los más grandes del país. Así se evita que la entidad siga el camino de Silicon Valley Bank.

16/03/2023

Once bancos privados salieron este jueves al rescate del tambaleante First Republican Bank y le inyectaron US$30.000 millones en sus arcas, según comunicaron autoridades de Estados Unidos, y dieron respiro a esa entidad, que estaba al borde del colapso luego de la caída de otros dos bancos el viernes.

La medida fue anunciada en una declaración conjunta de la jefa del Tesoro, Janet Yellen; el de la Reserva Federal, Jerome Powell, y los titulares del Federal Deposit Insurance Corp. y la Oficina del Contralor de la Moneda.

“Esta muestra de apoyo de un grupo de grandes bancos es muy bienvenida y demuestra la resistencia del sistema bancario”, dijeron en un comunicado.

Cuatro de los bancos más grandes del país --JPMorgan Chase, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo--, acordaron contribuir con 5.000 millones de dólares cada uno. Goldman Sachs y Morgan Stanley contribuirán con $ 2.5 mil millones cada uno y BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y US Bank agregarán $ 1 mil millones cada uno.

Ida y vuelta
Los detalles aún se estaban resolviendo mientras los bancos discutían el plan con funcionarios y reguladores en Washington DC.

Los grandes bancos habían recibido una afluencia de miles de millones de depósitos de clientes de bancos medianos, incluidos el First Republic, durante la semana pasada a raíz del colapso del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, que provocó una ola de desconfianza en el sistema financiero.

Según dijeron fuentes a The Wall Street Journal, el acuerdo con los grandes bancos podría estructurarse de tal manera que ellos estén devolviendo efectivamente parte del dinero que han recaudado de los depositantes de la First Republic, señalaron.

Los expertos financieros dijeron que la intervención representó uno de los movimientos más radicales en la historia moderna de la banca estadounidense. Y que esta decisión, justo después de la medida del fin de semana pasado del gobierno de Joe Biden para respaldar los depósitos en SVB, reflejó el grado de preocupación de la Casa Blanca y de ejecutivos de Wall Street sobre la estabilidad de la industria.