Christian Carion dirige a Line Renaud y Dany Boon en "Un paseo con Madeleine", un viaje contenido y magnético, filmado con delicadeza y respeto.
Por Fausto Fernández
Para Fotogramas
Que un automóvil es una máquina del tiempo lo sabía el Kevin Costner camino de la muerte en 'Un mundo perfecto', de Clint Eastwood, y antes que él el anciano Victor Sjöstrom que hacía un idéntico viaje, alternado con su pasado, en 'Fresas salvajes', de Ingmar Bergman. La Madeleine de este pequeñito y en todo momento contenido viaje filmado con delicadeza y respeto por un casi invisible Christian Carion, sabe cuál es su destino y es conocedora de que entre el hogar donde ha vivido toda su vida y la residencia de ancianos a la que se dirige van a aparecer fantasmas del ayer.
Quizás los flashbacks pequen de cierta redundancia melodramática, pero son eso: ecos de recuerdos de una existencia; espectros que surgen en un recorrido por un París desconocido. 'Un paseo con Madeleine' es un epílogo aunque no un punto y final: ahí está el plano final del chófer y acompañante de la anciana, imagen que no habla de muerte, sino de esperanza. De vida. La vivida y la que sigue viajando.
Para vitalistas caminantes de los principios y los finales de la vida.