El ganador de la primera edición de Gran Hermano fue procesado por el delito de corrupción de menores y este lunes al mediodía, al regresar a su domicilio, repitió que es inocente.
Tras pasar 13 días detenido, acusado de integrar una banda de explotación infantil, Marcelo Corazza fue procesado por el delito de corrupción de menores en concurso de ideal con exhibiciones obscenas, pero recuperó la libertad. En la puerta de su casa, donde varios medios aguardaban su llegada, el ganador de la primera edición de Gran Hermano habló brevemente con la prensa.
“La pasé muy mal”, fue lo primero que dijo Corazza, hoy suspendido de Telefe y a la espera de lo que la Justicia determine. Luego, ante la consulta del movilero de Intrusos en el Espectáculo, repitió, como la primera vez que enfrentó a los medios, que es inocente. “Soy inocente, está claro que soy inocente. No puedo hablar por ahora”, dijo con la voz ronca y el rostro demacrado. “No sé lo que voy a hacer”, agregó luego sin dar certezas cuando le consultaron si piensa demandar a la Justicia o accionar contra algún particular por lo que vivió. Acto seguido, dio media vuelta y se recluyó en el interior de su domicilio.
Corazza llegó a su casa a primera hora de la tarde en un auto blanco, el mismo que, según informó Alejandro Guatti, movilero del envío de América TV, lo fue a buscar al penal de Ezeiza. Quien lo trasladó, contaron en el programa de Florencia de la V, fue un productor compañero de Telefe. En su hogar de Tigre, el productor fue recibido por sus hermanas y sus sobrinos, quienes evitaron dar declaraciones a los medios al llegar al lugar.
La decisión de que Corazza aguarde la resolución de la Justicia en libertad fue tomada en las últimas horas por el juez en lo criminal y correccional porteño Javier Sánchez Sarmiento. El magistrado, además de ordenar la inmediata libertad de Corazza, de 50 años, trabó un embargo sobre los bienes del imputado hasta cubrir la suma de 2.000.000 de pesos.