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Opinión y Actualidad

Crítica de "Monstruo", la película más ambiciosa de Hirokazu Koreeda

Hirokazu Koreeda, Palma de Oro por ‘Un asunto de familia’, regresa a las salas con "Monstruo", el título que se hizo con el premio a mejor guion en Cannes.

03/10/2023

Por Manu Yáñez
Para Fotogramas

Hirokazu Koreeda ha erigido su filmografía en torno a la aproximación humanista y desprejuiciada a las numerosas lacras sociales que azotan la nación japonesa, del abandono infantil (‘Nadie sabe’) a la alienación urbana (‘Air Doll’), pasando por la inoperancia del sistema de adopciones (‘De tal padre, tal hijo’). Por su mirada al universo de la pequeña criminalidad y a las disfunciones familiares en ‘Un asunto de familia’, el cineasta nipón se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes, galardón al que vuelve a aspirar este año con ‘Monster’, una obra que, por la amplitud de su radio de acción temático, se antoja una de las más ambiciosas de su director.

La estructura narrativa por la que opta Koreeda a la hora de abarcar una multitud de problemáticas sociales es la del juego de perspectivas, a la manera de la referencial ‘Rashomon’ de Akira Kurosawa. Así, lo que inicialmente se presenta como la odisea de una madre viuda que debe lidiar con los problemas escolares de su hijo preadolescente se va ampliando hasta acoger a media docena de personajes que van completando un melodramático puzle narrativo. Las temáticas no dejan de aflorar en un relato expansivo que va golpeando a sus personajes de forma inclemente. Ahí está el machismo de una cultura que educa a sus niños para ser “hombres de verdad”, también el miedo de las instituciones a ver puesta en duda su reputación, o la pérdida de confianza de los padres hacia la comunidad educativa, pasando por el alcoholismo, el maltrato infantil, el bullying, la difusión de bulos en las redes sociales… Todavía hay más, pero vale la pena no destapar los secretos de una trama que busca sorprender al espectador en cada cambio de punto de vista (una estrategia que Koreeda ya había ensayado en la más estimulante y enigmática ‘El tercer asesinato’).

El mayor problema de ‘Monster’ es que, en su anhelo por acreditar el sufrimiento de sus personajes, acaba atrapando al espectador en un fuego cruzado de sobresaltos siniestros. Sorprende que un director con el tacto y la delicadeza de Koreeda abuse, por ejemplo, del juego con la posibilidad de que alguno de sus personajes se pueda haber suicidado. En su defensa, cabe decir que ‘Monster’ es el primer largometraje de ficción del japonés que no cuenta con guion del propio cineasta, una tarea que en esta ocasión asume Yûji Sakamoto. Luego, en el ámbito formal, la película transita desde el estimulante extrañamiento de su tramo inicial hacia un naturalismo de coordenadas más reconocibles.

En todo caso, ‘Monster’ se aposenta de forma armónica en el universo de Koreeda, a quien siempre le ha interesado retratar de un modo empático a figuras olvidadas o vilipendiadas por la sociedad. En este caso, y por turnos, diferentes personajes van tachando de “monstruos” a unos niños apesadumbrados, a una madre confundida, a un profesor apocado, a una directora de escuela demasiado hermética o a toda una comunidad abocada a la paranoia y la incomunicación (una verdadera ensalada de penurias que convierte ‘Monster’ en una prima lejana de obras como ‘Crash’ de Paul Haggis o los melodramas corales de la dupla que formaron Alejandro G. Iñárritu y Guillermo Arriaga). Demasiada miseria para que Koreeda pueda hacer realidad su noble deseo de humanizar a un conjunto de personajes a los que les toca expiar los pecados de una sociedad sumida en un pozo moral que no parece tener fondo.

Para fans de los dramas corales de alta intensidad emocional.