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Mayo de 2024
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Sexo en verano: tres recomendaciones para su práctica en el agua

"El sexo en el agua se encuentra entre las prácticas favoritas del verano, pero la experiencia no siempre es tan placentera como la imaginamos o vemos en películas", aseguró una sexologa.

29/01/2024

Participar en actividades sexuales en el agua es una fantasía que cobra vida, especialmente durante el verano. A medida que las temperaturas aumentan y las playas y piscinas se vuelven destinos más frecuentes, es importante tener en cuenta que esta práctica puede resultar más complicada de lo que parece.

"El sexo en el agua se encuentra entre las prácticas favoritas del verano, pero la experiencia no siempre es tan placentera como la imaginamos o vemos en películas, ya que el agua no actúa como lubricante. Esto puede generar fricciones y molestias", explica Alba Povedano, sexóloga y responsable de una tienda erótica que ayuda a los españoles a conectar con su sexualidad.

Similar al sexo en la bañera de hidromasaje, la doctora Sheila Loanzon, obstetra, ginecóloga y miembro del Congreso Americano de Obstetricia y Ginecología (American Congress of Obstetrics and Gynecology), señala que existen varios riesgos para la salud que deben tenerse en cuenta.

"Debido al agua clorada en las piscinas, la exposición de la piel vaginal sensible puede causar cambios en el pH de la vagina, lo que puede llevar a una infección vaginal (por hongos o bacterias)", explica la experta.

Estos son algunos consejos para hombres y mujeres sobre cómo tener relaciones sexuales en el agua:

1. El agua no es un buen lubricante: contrariamente a lo que se pueda pensar, el agua no actúa como un buen lubricante, por lo que es recomendable utilizar lubricantes y preservativos con alta lubricación. Si se va a usar preservativo, se aconseja colocarlo antes de entrar al agua para facilitar su colocación y asegurar un deslizamiento adecuado.

2. Aumento del riesgo de embarazo e infecciones de transmisión sexual (ITS): la humedad en el agua puede favorecer la proliferación de hongos y bacterias que podrían causar infecciones en la zona genital. Además, la fricción durante las relaciones sexuales en el agua puede provocar pequeñas heridas y roces que aumentan el riesgo de infección. La falta de lubricación natural también incrementa la probabilidad de rotura o deslizamiento del preservativo, a veces sin que las parejas se den cuenta.

3. No innovar con posturas: si decides tener relaciones en la ducha, es importante recordar buscar estabilidad. Aunque es emocionante probar nuevas posturas y prácticas sexuales, cada cuerpo tiene sus límites. Antes de experimentar, asegúrate de tener un buen apoyo, ya sea en el suelo de la ducha o bañera, o con la pared. La estimulación manual o jugar con el chorro de la ducha puede simplificar la tarea y ser igual de satisfactorios, o incluso más, que el coito.

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