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Mayo de 2024
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Opinión y Actualidad

Crítica de "Immaculate"

"Immaculate" y "La primera profecía" han protagonizado su propio "Barbenheimer" de películas de terror de monjas, en una jugada maestra de Sydney Sweeney.

06/05/2024

Por Fran Chico
Para Fotogramas

'Immaculate' y 'La primera profecía' han protagonizado su propio 'Barbenheimer' de la nunsploitation, un subgénero de la serie B centrado en películas de monjas en conventos, normalmente asociado a menudo al erotismo y al cine de terror. Ambas se estrenaron casi al mismo tiempo en Estados Unidos, y comparten un argumento prácticamente similar. Incluso hay escenas, planos y recursos estilísticos que podría decirse que son calcados. Sin embargo, no hay sospecha sobre ellas. Una es la precuela de un clásico del terror de hace casi 50 años y la otra lleva obsesionando a su protagonista desde hace 10 años. Tanto, que finalmente se convirtió en productora y la sacó adelante ella misma.

Sydney Sweeney es el alma de 'Immaculate', delante y detrás de la pantalla, y ha entendido a la perfección lo que debía ofrecer una cinta de terror de su presupuesto y lo que puede esperar de ella (película y actriz) su público objetivo: sustos que le hagan saltar de la butaca, giros de guion loquísimos para los que la lógica y el sentido común no es ningún impedimento, un poquito de exageración en la sangre, algunos clichés del horror religioso más clásico y un par de escenas con monjas retozando en ropa interior. Y su olfato se agudiza incluso a la hora de elegir a sus compañeros, captando a un Álvaro Morte que presenta su candidatura internacional como villano manipulador aunque, eso sí, un poquito más histriónico que el profesor de 'La casa de papel'.

'Immaculate' no deja de ser la döppelganger de 'La primera profecía' con un estilo más directo y pulp, como si fuera un simple tren de la bruja, a medio camino entre el terror comercial de 'La monja' del universo de 'The Conjuring' y la demencia desenfadada de 'Mrs. Davis', la serie de HBO Max, con la que comparte una querencia por la ciencia ficción pseudoapocalíptica con trazas que alcanzan incluso a los experimentos genéticos de 'Parque Jurásico'. No obstante, su espíritu grindhouse se ha notado más en su campaña publicitaria, utilizando insultos y descalificaciones ("blasfema", "satánica", "denigrante") a su favor, que en su puesta en escena.

Para los que vieron 'La primera profecía' y se preguntaron cómo sería su gemela malvada.