Fiebre, escalofríos, dolor de garganta y tos: todos son el resultado de nuestro sistema inmunitario que reacciona ante los organismos invasores.
El frío y los cambios abruptos de temperatura favorecen a las principales infecciones respiratorias (neumonía, laringitis, gripe) y agrava los casos de EPOC y asma.
“En estas épocas del año, se produce un aumento significativo de las enfermedades respiratorias. En el mundo, más de 5 millones de personas contraen gripe cada año. No solo el frío nos enferma, sino también la exposición a los gérmenes según la estación. Los rinovirus se ven más en otoño y en primavera, mientras que la gripe más en el invierno. Algunos estudios indican que el virus de la gripe en climas más secos o de menor humedad provoca que se seque la mucosa de los ojos, de la nariz, entonces somos más susceptibles a las bacterías y a los virus ya que esto debilita nuestra primera línea de defensas”, afirma la doctora Ana Putruele (MN: 559.66), Jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas.
Por otro lado, las personas “tienden a estar más tiempo en ambientes cerrados que favorecen la transmisión de enfermedades virales”, sostiene el especialista y explica que “algunos virus, como el de influenza, durante la época invernal encuentran mejores condiciones para circular, se mantienen más tiempo en el aire. El pulmón es un órgano que está muy expuesto. Respiramos 10.000 litros de aire por día y es sorprendente que la cifra de infecciones pulmonares sea 1 cada 100 personas por año. Esto más el descenso de temperaturas hace que se dupliquen o tripliquen las posibilidades de infecciones pulmonares”.
La neumonía se destaca por sus tasas de mortalidad, según las estadísticas es la tercera causa de muerte en adultos. En nuestro país tiene el sexto lugar. En la actualidad, se estima que el 50% de los adultos mayores deberá ser hospitalizado por complicaciones, mientras que el 17% fallece por su causa.
El frío obstaculiza nuestras defensas. Puede presentarse:
“Los grupos de riesgo son los niños hasta los dos años de vida y los adultos a partir de los 55 años. La cantidad de muertes por año aumenta a partir de esa edad de forma muy significativa. Si bien la medicina avanzó mucho, todavía tenemos que pensar en la neumonía como un factor de riesgo para la salud de la población anciana”, señala Putruele.
La consulta con un especialista apenas comienzan los síntomas es muy importante. “En ocasiones, se inicia una gripe o un resfrío y luego se complica el cuadro, con una infección más grave que puede ser viral o bacteriana”, concluye la especialista.
Las distintas infecciones respiratorias, sus formas graves y el desafío de discernir entre muchos síntomas en común para dar con un diagnóstico certero serán parte de una mesa redonda con reconocidos especialistas de la Argentina y del mundo en el próximo Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas -que se llevará a cabo del 21 al 23 de agosto de este año en la Ciudad de Buenos Aires.